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La extraña paz de Donald Trump

¡Ah, mundo extraño y sorprendente! Ahora tenemos al presidente Donald Trump convertido en
campeón de la paz mundial, hasta llegar a considerarse él mismo y sus serviles, un estadista digno del
Premio Nobel.

La paz ha sido siempre la bandera de todos los tiranos y los atizadores de la guerra. Los dominicanos sabemos de eso. En el 1883, un déspota sanguinario, Ulises Heureaux, se adueñó del poder, se hizo llamar el Pacificador. A la hoy provincia Duarte se le llamó entonces provincia Pacificador, en honor al que por trece años impuso la paz de los cementerios.

En nombre de la paz, llegó Rafael Trujillo en 1930 e implantó el terror. No obstante, en 1953 en una colina de Santiago se inauguró el Monumento a la Paz de Trujillo, de setenta metros de altura, con el ángel de la paz en la cima. Y qué paz aquella. Entonces se hizo norma la frase de Petán Trujillo:

“Paz viene de palo y tranquilidad viene de tranca”.
Para instalar la dictadura de los doce años desde 1966, Joaquín Balaguer se presentó muy tiernamente como el candidato de la paz. Los fúnebres resultados, por recientes, son bien conocidos.

Ahora vemos a Trump haciendo juegos de mano con la paloma de la paz y llama la atención la curiosa forma que tiene de alcanzarla. Hechos. Hace poco, Isarel e Irán rompieron las hostilidades, Trump rearmó a Israel que, desde el primer ataque se llevó en claro a casi todo el gobierno iraní, luego Trump ayudó a su aliado, lanzó unas bombas demoledoras contra Irán, y tras de los bombazos dijo que él era un mediador muy neutral y a punta de misiles hizo que Teherán firmara un cese del fuego.

Trump proporcionó las bombas muy humanitarias con las cuales Israel ha convertido a Gaza en un montón de escombros y después del genocidio y la destrucción, el presidente norteamericano impone un acuerdo y dice que eso es la paz.

También dice míster Trump que su sistema es lograr la paz por medio de la fuerza, y de la matanza, cabría agregar. Y según ese concepto imperialista, ahora quiere llevarle un poco de esa paz a Venezuela. Para eso ha desplegado toda una poderosa y bien armada flota naval, que amenaza con incendiar toda la zona del Caribe. Aun así, no faltan los que andan santificando a Trump como el nuevo mensajero de la paz. ¡Ah, mundo extraño y sorprendente!

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Rafael Chaljub Mejía

Columnista de El Día. Dirigente político y escritor.

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