Pekín.- El presidente de la farmacéutica estatal china Sinopharm, Liu Jingzhen, anunció hoy que la compañía prevé producir este año 1.000 millones de dosis de su vacuna inactivada contra el coronavirus, una buena parte de ellas destinadas a la exportación.
En una visita de medios de comunicación, entre ellos Efe, al gran complejo de producción de Sinopharm cerca de Pekín, Liu aseguró que la farmacéutica está mejorando sus capacidades de producción y espera poder fabricar más en un futuro.
La producción anual de esta farmacéutica supondría la mitad de los 2.000 millones de dosis que China prevé producir este año, según el presidente de la Asociación de la Industria de Vacunas nacional, Feng Duojia, quien dijo recientemente que el gigante asiático duplicaría esa cantidad en 2022.
El complejo de Sinopharm a las afueras de Pekín está integrado por diversas factorías y laboratorios, en los que se lleva a cabo todo el proceso de experimentación, producción, enfrascado y empaquetado de las vacunas.
Efe comprobó cómo las dosis se introducen en frascos, se empaquetan y se embalan en grandes cajas de cartón para su distribución con la inscripción en chino e inglés “Vaccine (Vero Cell), inactivated”, conservar entre 2 y 8 grados centígrados, junto a la imagen de la marca.
EFICACIA DEL 79,34 POR CIENTO
La compañía estatal china ha creado dos vacunas inactivadas- una con el Instituto de Productos Biológicos de Pekín en su factoría de la capital y otra con el de Productos Biológicos de Wuhan.
La primera recibió autorización condicional de China para su comercialización el pasado 30 de diciembre, mientras que la segunda fue aprobada hoy por la Administración Nacional de Productos Médicos (NMPA).
Hasta ahora China ha aprobado condicionalmente cuatro sueros- los dos de Sinopharm, uno de Sinovac y otro del laboratorio Cansino Biologics en colaboración con la Academia de Ciencias Militares.
La vacuna pequinesa de Sinopharm tiene una eficacia del 79,34 % en edades comprendidas entre los 18 y los 59 años, y una tasa de conversión positiva de anticuerpos de cerca del 99,52 %, según la compañía.
Sin embargo, no se han publicado estudios detallados en China sobre los resultados de sus ensayos clínicos y solo los Emiratos Árabes Unidos publicaron el resultado de las pruebas realizadas allí, que hablaban de una eficacia del 86 %, una diferencia de porcentaje que no ha sido explicada hasta el momento.
Más de 9 millones de dosis de las vacunas de Sinopharm se han utilizado ya en varios países del mundo, además de 34 millones en China, según informó la televisión estatal.
Sus vacunas se pueden almacenar en un refrigerador normal, lo que las hace potencialmente atractivas para muchos países en vías de desarrollo, con dificultades para almacenar las de Pfizer o Moderna, que requieren temperaturas mucho más frías.
EXPORTADAS A LATINOAMÉRICA, ASIA Y ÁFRICA
Sinopharm ha exportado hasta el momento a tres países latinoamericanos- Perú, Argentina y Bolivia, mientras que otra vacuna china, la de la farmacéutica privada Sinovac, se ha distribuido en otros países del subcontinente como Brasil, México, Chile, Colombia, Uruguay o República Dominicana.
En Perú se desató un escándalo tras comprobarse que diferentes altos cargos del gobierno, entre ellos el expresidente Martin Vizcarra, se vacunaron con dosis de “cortesía” proporcionadas por la farmacéutica china antes de que concluyeran los ensayos clínicos el pasado año.
Preguntada hoy por Efe por si el llamado “Vacunagate” peruano afectaría a la entrega pendiente de 37 millones de dosis que la compañía debe suministrar todavía al país andino, la directora general del Instituto de Productos Biológicos de Pekín, Wang Hui, declinó proporcionar ningún detalle al respecto.
“BUENA PROTECCIÓN ANTE LAS MUTACIONES»
Wang sí explicó que han realizado experimentos con diez tipos de cepas mutantes del virus que han aparecido en el mundo y que los resultados muestran que su vacuna “tiene una buena protección ante las mutaciones».
“La cepa sudafricana, por ejemplo, no afecta a la capacidad de protección de la vacuna”, afirmó.
La vacuna inactivada de la compañía estatal china se ha enviado también a dos países europeos- Hungría y Serbia, y a varios del Sudeste Asiático, Oriente Medio y África. Los responsables de Sinopharm rehusaron detallar las naciones que están recibiendo sus vacunas pero aseguraron que en estos momentos son más de 30 en todo el mundo.
Según el Ministerio de Exteriores chino, al margen de la exportación, el gigante asiático está proporcionando asistencia en la producción de vacunas a 53 países en vías de desarrollo.
Además, ha donado directamente vacunas a países como Pakistán, Bangladesh, la República del Congo, Guinea Ecuatorial o Namibia. Tanto Sinopharm como Sinovac han solicitado autorización para participar en el programa Covax, que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), para conseguir una distribución equitativa de las vacunas a todos los países del mundo.
Un equipo de la OMS está analizando ambas vacunas, que tienen previsto suministrar 10 millones de dosis a Covax cuando reciban el visto bueno de la organización internacional.