Cada vez más las economías emergentes como la nuestra buscan crear empleos formales que permitan alcanzar sus metas de desarrollo y generar bienestar. Los dominicanos vemos con atención los debates en la opinión pública sobre el crecimiento económico, empleo formal e informal, tasa de desocupación, desempleo juvenil, reducción de la pobreza y las desigualdades; una variedad de análisis y enfoques que buscan todas poner en perspectiva una realidad: República Dominicana necesita generar nuevas fuentes de empleos formales
Una oportunidad sin igual nos la da el sector de las energías renovables, un nicho en constante expansión que por un lado contribuye a que los países como el nuestro vayan generando su independencia energética y cumplan con los compromisos internacionales en materia de medioambiente y desarrollo sostenible y que, por el otro, vayan generando las oportunidades de negocio que requiere una nueva fuerza laboral bien capacitada, donde hombres y mujeres pueden insertarse formalmente.
Como ejemplo vemos lo que está pasando en el sector de la energía solar y la generación de empleos en los Estados Unidos. Un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) indica que la energía solar en 2016 dio trabajo a 208,000 mil personas, cifra que supera a los rubros de extracción de petróleo, gas y carbón que ronda los 180,000 mil trabajadores. A partir de 2012, en el ámbito de las tendencias de creación de empleo se viene mostrando un crecimiento sostenido de un 15%, lo que llevó a cerrar el 2017 con mas de 240 mil puestos de trabajo para los norteamericanos tan solo en el sector de la energía solar de manera directa.
A nivel mundial, ya las energías renovables emplean directamente a más de 9.8 millones de personas y espera que para 2030 el numero aumente en 24 millones de trabajadores, siendo la energía solar fotovoltaica la que más generará empleos por su capacidad de adaptación a cualquier ambiente, costos con tendencia a la baja, un rápido retorno económico, la facilidad para llevar servicios públicos básicos de calidad y su cadena de valor que va generando en cada etapa puestos de trabajo (fabricación y distribución de equipos; diseño y desarrollo de proyectos; la construcción e instalación; funcionamiento y mantenimiento; la capacitación y promoción y gestión administrativa pública y privada).
Para República Dominicana es una buena oportunidad para fortalecer un mercado laboral en crecimiento que le permita por ejemplo a a nuestros jóvenes insertarse y poder desarrollar una profesión trabajando con energía solar, ya que para el año 2030 la República Dominicana debería estar en condiciones de preparar un mercado laboral para llevar a un 27% la cuota de participación de su matriz energética con renovables, lo cual además de generar empleo, representaría para la economía un ahorro anual de 1,020 millones de dólares en la totalidad del sistema energético dominicano y 1,600 millones de dólares de ahorro en la factura energética por la disminución en la importación de combustibles fósiles al año, según datos contenidos en el reporte y las perspectivas preparado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) para la República Dominicana.
En ese contexto, el sector de la energía renovable tiene que estar preparado para acompañar la transformación de la matriz energética de la República Dominicana y contribuir a la formación de un nuevo mercado laboral que estaría generando miles de empleos formales de aquí al año 2030, convirtiéndose en un factor determinante en el desarrollo humano, social y económico de nuestro país.