Nueva York.- Shakira no siempre fue la superestrella global que hoy conocemos. Antes de llenar estadios, encabezar listas de éxitos o convertirse en un icono de la música latina a nivel mundial, vivió una infancia marcada por la austeridad, el esfuerzo y la determinación.
En una reciente entrevista con el medio Vanity Fair, la artista abrió su corazón y recordó los días en los que su familia tenía lo justo para vivir —y lo que hoy, con la perspectiva del éxito, le diría a su yo más joven si pudiera volver atrás en el tiempo.
Una infancia sencilla en Colombia
Shakira Mebarak nació en Barranquilla, Colombia, en una familia que, como ella misma ha descrito, “no tenía nada”. Su padre atravesó dificultades económicas importantes, incluso llegó a perder su negocio, y sus padres hicieron todo lo posible para garantizar que ella y sus hermanos tuvieran una educación digna. Esa educación fue, según Shakira, lo único que no les faltó, y representa un valor que sus padres nunca escatimaron.
En un contexto sin lujos, sin contactos influyentes y sin facilidades modernas como las redes sociales o atajos mediáticos que muchos artistas actuales aprovechan, la colombiana debió construirse un camino completamente propio. “Tenía que trabajar mucho, como esculpir la piedra bajo el sol”, explicó, usando una metáfora poderosa para describir su proceso de crecimiento personal y profesional.
Esa metáfora no es casual: la imagen de esculpir en condiciones duras evoca paciencia, esfuerzo constante y una fortaleza interna que muchas veces queda oculta detrás del brillo mediático de una artista consagrada. Esa fortaleza se desarrolló temprano en Shakira, en un entorno en el que los sueños de trascender parecían inalcanzables.
Cuando la música latina no estaba en el mapa global
Hoy es difícil imaginar un mundo en el que la música latina no tenga un lugar prominente en los principales mercados internacionales. Sin embargo, Shakira comenzó su carrera en una época en la que las canciones en español tenían un alcance limitado fuera de países hispanohablantes. El boom global de lo latino —con artistas como Bad Bunny, Karol G o J Balvin dominando las listas globales de música— es un fenómeno relativamente reciente.
Para Shakira, crecer en ese contexto significó que su lucha por ser escuchada era aún más compleja. “Todo lo que soñaba parecía inalcanzable”, dijo, pero también reconoció que, dentro de ella, siempre hubo una “fe” —una brújula interna— que la guiaba. Esa fe fue esencial para no abandonar su camino, incluso cuando las probabilidades estaban en su contra.
Un mensaje a su yo más joven
Quizá la parte más emotiva de la entrevista fue cuando Shakira reflexionó sobre lo que le diría a su versión más joven si pudiera regresar en el tiempo. Su respuesta fue clara y cargada de esperanza: “Estás en el camino correcto. Sigue así. Valdrá la pena. No escuches a los que no creen en ti. Sigue adelante, porque lo conseguirás.” Esa frase resume no solo su trayectoria, sino también una filosofía de vida.
No es un consejo de triunfo inmediato o de éxito garantizado, sino más bien uno de perseverancia, de confiar en uno mismo, incluso cuando los demás dudan. Para una niña que soñaba con cantar para el mundo desde Colombia, ese mensaje es a la vez una confirmación y una invitación a persistir.
La resiliencia como motor creativo
La historia de Shakira también es un testimonio de cómo las raíces humildes pueden forjar una resiliencia única. Muchas veces, la adversidad no fragua talento de forma automática —pero sí puede enseñar disciplina, paciencia y enfoque. Para Shakira, crecer sin privilegios no fue un obstáculo, sino una escuela de vida que la preparó para enfrentar los desafíos de una industria tan competitiva como la musical.
Además, su trayectoria demuestra que la fe interna —esa “brújula” que mencionó— puede ser tan crucial como el talento mismo. En una industria donde las tendencias cambian rápido y las modas vienen y van, mantener una visión clara y una convicción personal es fundamental para construir una carrera sólida y duradera.
Una artista global con corazón humilde
Ahora, Shakira es una artista con décadas de éxitos, hits que han marcado épocas y una presencia internacional que trasciende generaciones. Sin embargo, al recordar su infancia “sencilla” y su familia que “no tenía nada”, pone en perspectiva que detrás de cada estadística de ventas y cada disco de platino hay una historia humana de esfuerzo, desafíos y crecimiento personal.