La educación para la paz debe contribuir a un mundo sin guerra

La educación para la paz debe contribuir a un mundo sin guerra

La educación para la paz debe contribuir a un mundo sin guerra

Ángel Hernández.

 

Informe. El ministro Ángel Hernández ante Conferencia UNESCO defiende acceso y no discriminación a ese derecho universal

SANTO DOMINGO.- El ministro de Educación Ángel Hernández afirmó que la educación para la paz debe ser una práctica que contribuya a un mundo y una vida pacífica, sin guerras, y más que nunca, cuestionarse la efectividad del marco filosófico que sustenta las acciones para construir, vía la educación, una paz duradera y sociedades pacíficas.

En su ponencia ante la 42 Conferencia general de la UNESCO, sobre Educación para la paz, el funcionario resaltó allí que: “La paz es más que principios éticos de igualdad, equidad, justicia, integridad, tolerancia, diversidad o dignidad”.

Dijo que en el sistema educativo del país se preocupa por la no discriminación a la educación por razones de sexo, origen social, nacionalidad, zona de residencia, o de cualquier otra naturaleza.

“Todos los niños tienen acceso a una educación universal y gratuita, provisionada por el Estado. Es parte integral de la visión educativa del país”.

Insistió en que se prioriza una educación igualitaria entre niños y niñas y las oportunidades disponibles, y de hecho favorecen a las niñas en la medida que ascienden de grado y nivel de manera constante. De cada 3 egresados universitarios, por ejemplo citó que 2 son del sexo femenino.

En el cónclave que realiza en París hasta el 22 de noviembre, el académico destacó que aquí se hace un enorme esfuerzo para lograr que ningún niño quede fuera de las oportunidades disponibles, incluidos los extranjeros que viven en situación irregular que representan el 8% de la matrícula escolar.

Externó que ahora los recursos disponibles se orientan a fortalecer el aprendizaje en tiempo oportuno, antes de los 8 años de edad; recuperar el aprendizaje perdido en la Pandemia es parte de las preocupaciones y prioridades del país.

Además en la reforma curricular actual se prioriza el eje transversal educación para la paz, que supone el desarrollo de materiales y la formación de docentes para trabajar los valores propios de la cultura de paz.

Insistió en que la educación para la paz no debe exclusivamente basarse en los temas de la resolución de 1974 en proceso de modificación.

Temas de vida

“En RD estamos trabajando también la educación vial, educación medioambiental, sexual a los fines de contribuir en la reducción de los accidentes de tránsito, los embarazos tempranos en adolescentes y la deforestación que acarrea daños a la biodiversidad y la pérdida de fuentes de producción de agua”, detalló tras recordar que el derecho a la educación es parte integral de la Constitución de la República Dominicana de 2010.

Los principios de una educación basada en los valores de la comprensión y el respeto mutuo entre pueblos y naciones orientan la propuesta de una ciudadanía respetuosa de los demás y abierta a otras culturas.

En la reforma curricular actual se ha priorizado el eje transversal educación para la paz. Ello supone el desarrollo de materiales y la formación de docentes para trabajar los valores propios de la cultura de paz.

A su entender estos aspectos de la vida, también son hechos de violencia sobre los cuales la educación debe intervenir y fomentar mejores prácticas. Para los más pobres una educación precaria es también otra forma de violencia social.

“Nos interesa mejorar la educación pública para lograr mayores niveles de igualdad y equidad”, expuso Hernández, quien también detalló que en su gestión se impulsa un código de ética para evitar el acoso de docentes y administrativos sobre los alumnos y entre ellos mismos.

Igual citó el manual de convivencia para regular las relaciones entre los alumnos en su comportamiento en los centros educativos y reducir al mínimo los actos violentos, tanto en el centro escolar como en su entorno.

Precisó que la violencia social impacta la escuela y se debe s, justamente a través de esta, reducir esa violencia y lograr una sociedad donde prime la comprensión mutua y la resolución pacífica de conflictos.

Para esos fines, dijo crearon Mesas de Diálogo para lograr que los potenciales conflictos entre el sindicato docente y la administración sean dirimidos bajo este este esquema.

Añadió que la educación para la paz debe ser integral, socialmente responsable, tomar en consideración los principios y valores que la definen, pero, sobre todo, ofrecer respuestas eficientes sobre la realidad del entorno escolar y garantizar que sea seguro.

“La UNESCO, como organismo multilateral de acción mundial, juega un rol estratégico para fomentar y preservar los valores de la paz como lo ha venido haciendo desde hace ya muchos años. La revisión de la resolución del 1974 es un paso positivo en ese sentido que apoyamos plenamente”.



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