El poeta y dramaturgo irlandés William Butler Yeats dijo que “la educación no es llenar un cubo, sino encender un fuego”.
La educación representa la llama que enciende nuevas facultades cognitivas, emocionales y sociales en los estudiantes, capital indispensable para que las sociedades avancen en la construcción de la equidad, la solidaridad y la justicia social.
La calidad será, por supuesto, el condimento de esa educación aspiracional.