Washington.-El segundo juicio político al expresidente estadounidense Donald Trump arrancó ayer en un Senado totalmente dividido, por lo que difícilmente será condenado por su responsabilidad en el asalto al Capitolio.
Los 100 senadores ejercerán como jurado del conocido en Estados Unidos como “impeachment”, y serán los encargados de valorar la acusación de “incitación a la insurrección” contra Trump por la irrupción de una turba de sus seguidores en el Capitolio, que dejó 5 muertos.
“El Senado se reúne como corte del juicio político”, dijo el senador demócrata Patrick Leahy, que preside el proceso, al comenzar la sesión con una votación sobre las reglas que gobernarán el juicio político, que se aprobaron por 89 votos a favor y 11 en contra.
“Es nuestro deber constitucional llevar a cabo un juicio político justo y honesto de los cargos contra el expresidente Trump, los mayores cargos jamás presentados contra un presidente en la historia de Estados Unidos.
Esta resolución prevé un juicio justo”, afirmó el líder de la mayoría demócrata Chuck Schumer, antes de esa primera votación.
Numerosos expertos en la Constitución han opinado que el proceso es legítimo incluso si ya no puede resultar en la destitución de Trump, porque evalúa hechos que se produjeron cuando él todavía era presidente.
El debate sobre la constitucionalidad es un salvavidas para aquellos republicanos más incómodos con Trump pero que no se atreven a darle del todo la espalda, puesto que así tendrán una excusa para votar en contra de condenarlo.
Se espera que el juicio político se desarrolle rápido, con un posible final la próxima semana, y es improbable que termine en una condena para Trump, puesto que para ello se necesitaría un mínimo de 67 votos (dos tercios del Senado) y los demócratas solo controlan 50 escaños de la cámara.
Trump se convirtió en el primer presidente estadounidense que afronta dos juicios políticos. El primero cuando era presidente el país.
Fiscales en el proceso
— Jurados
El demócrata Patrick Leahy preside el juicio que se sigue a Trump. Leahy y los otros 99 senadores actúan de jurado, mientras que un grupo de legisladores elegidos en la Cámara Baja ejercen de fiscales en el proceso.