Si de algo adolecemos los dominicanos es de una disciplina social para comportarnos debidamente en nuestras relaciones comunes.
De esto tenemos muchos ejemplos, y tal vez el más evidente es nuestro comportamiento en las calles, como peatones y conductores de vehículos; las consecuencias de este caos por falta de disciplina ha convertido nuestro país en uno de los más siniestrados, teniendo una elevadísima tasa de muertos y heridos con grandes gastos funerarios y médicos, como pérdidas en bienes.
Decía Juan Bosch que llegar a una meta requiere muchos esfuerzos de todos y cada uno de nosotros, por un lado, sin que respondan a una disciplina que los reúna y los mantenga unidos en una sola dirección. Podrán ser esfuerzos, pero no se convertirán nunca en una fuerza transformadora.
Nuestra sociedad necesita de esa fuerza de la disciplina, para avanzar más rápido como nación civilizada, donde a mejor disciplina, mejores compensaciones, porque la disciplina tiene la virtud de que la misma solo es posible dentro de un marco de respeto y solidaridad de los actores.
En la realidad y sobre todo en el tránsito, los violadores constantes de las leyes, la prudencia y el buen comportamiento son los que sacan ventajas y obtienen los mejores resultados, y por ello tenemos tanto irrespeto social que crea conflictos y estrés.
Hemos avanzado en muchos aspectos, pero si nos detenemos a analizarlo, lo hemos hecho sin la disciplina social adecuada, para sacar mejores notas.
Tal vez cada uno de nosotros, ha sido víctima de una mala práctica en nuestras relaciones con el Estado, por falta de disciplina y calidad en los procesos para obtener cualquier servicio del gobierno. Y lo peor de todo, es que mientras más humilde y desamparado sea el ciudadano, más le cuesta obtenerlo.
Nuestros líderes sociales, políticos y religiosos deben valorar más la importancia de la DISCIPLINA SOCIAL, y hacer algún esfuerzo por unificar criterio sobre la misma, y ayudar a nuestros gobiernos a ejercerla con la fuerza de la voluntad de todos, por construir una sociedad con mayor calidad.