La desesperación se está apoderando de las diversas ligas profesionales, que entienden, después de estudios de factibilidad, que mantener la inactividad por más tiempo, podría ser causante del descalabro total de su economía, e incluso de su supervivencia.
La UFC ha sido la que más forzó para reiniciar, encontrando en ese trayecto todo el apoyo del presidente Donald Trump, quien ha sido el principal promotor de la reapertura, incluso poniendo en peligro la salud colectiva.
Los organizadores de la cartelera que se montó el sábado pasado en La Florida creen que debe servir de estímulo a otras ligas para echar el carro a andar a la mayor brevedad.
Hoy las Grandes Ligas tendrá una reunión en la que deberá decidir el futuro de la temporada de 2020, que tras muchos esfuerzos por iniciar se han interpuesto muchos obstáculos.
Las ligas de fútbol en Europa se preparan para iniciar a la mayor brevedad, pero antes deben cumplir con todos los requisitos de seguridad para evitar contagios, lo que es un reto difícil de cumplir, al punto que todavía ayer dos miembros del equipo Real Betis dieron positivos al COVID-19.
Si bien lo económico es lo que más influye en el comienzo y continuación de ligas profesionales, la salud de los atletas y de los aficionados debe ser la prioridad, porque la vida vale más que los millones que generan esas actividades, aunque la historia de la humanidad ha demostrado que para el capitalista, el dinero y solo el dinero es lo más importante.