En un sistema de pensiones de aportes individuales como el que tenemos en nuestro país, también llamado sistema de contribución definida, la pensión que vaya a recibir un afiliado depende de una serie de factores, entre las cuales podemos citar: el monto de sus aportes obligatorios y voluntarios, la esperanza de vida del género a que pertenece, los rendimientos que su administradora obtenga de los ahorros depositados, los gastos incurridos por la gestión de los ahorros, y finalmente por el salario o ingreso periódico que percibe.

Dentro de estos factores, una de las variables fundamentales en la determinación de la futura pensión esta la llamada densidad de cotización, que es el tiempo durante el cual el afiliado cotiza (aportaciones) en el sistema de pensiones durante su vida laboral. Normalmente cuando se refiere a la densidad en las pensiones, se refiere a la relación porcentual existente entre el tiempo de aportaciones periódicas programadas (cotizaciones) y el tiempo total que permanece dicho afiliado en el mercado laboral.

En nuestro país demasiados afiliados interrumpen sus aportes, sea por elusión del patrón, por despido, dedicación a otra actividad, emigración al exterior y muchos otros factores.

Está claro que mientras más alta sea la densidad de cotización, más grande será el monto del ahorro acumulado en su cuenta y por ende más alta será la pensión, por lo tanto las interrupciones en este proceso, sean por las razones que sean, afectan directamente el monto de la pensión por recibir.

Actualmente más de la mitad de los trabajadores dominicanos están fuera del sistema y solo el 48.9 % de los afilados total de más de 3.36 millones se encuentran cotizando en el sistema, y muchos de estos, con frecuencia presentan interrupciones en sus procesos de aportación.

Una seria amenaza al monto de sus futuras pensiones al que todos debemos contribuir en resolver.