PARÍS, FRANCIA.- La demanda global de petróleo sufre un desplome histórico por la crisis del coronavirus que a corto plazo no podrá ser absorbido por los recortes decididos por los productores, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que cree que en 2020 el consumo caerá a niveles de hace una década.

Todo eso seguirá presionando a la baja los precios del crudo, que a los niveles actuales (el Brent estaba ayer netamente por debajo del listón de los 30 dólares el barril) suponen una amenaza para la estabilidad de un sector “central” para la economía mundial, según la AIE.

En su informe mensual sobre el mercado publicado ayer, la agencia se felicita por los acuerdos de la semana pasada entre los principales productores, que según sus cálculos deberían disminuir los bombeos en 12 millones de barriles diarios a partir de mayo próximo.

La situación, empero, será muy similar en mayo, con un recorte interanual de 25,8 millones de barriles diarios, y en junio de 14,6 millones.

De esta forma, en el segundo trimestre el desequilibrio entre la oferta y la demanda alcanzará la vertiginosa cifra de 17,4 millones de barriles diarios. China, India, EE.UU. y Corea del Sur han ofrecido sus capacidades de almacenamiento industrial para acumular temporalmente parte de los excedentes.