La emisión de los Bocade trajo recuerdos de la crisis de 2001/2 cuando afloraron varias cuasimonedas, incluyendo los Patacones (que sostiene un hombre en esta imagen de archivo).
“No hay plata”.
Esa es una de las frases más conocidas -y viralizadas- del nuevo presidente argentino, Javier Milei, quien ha dejado claro que su prioridad número uno es alcanzar el “déficit cero”, es decir: que el país deje de gastar más de lo que tiene.
Para ello, el mandatario ordenó que en enero se cerrara la canilla que alimentaba ese déficit, frenando abruptamente la emisión de billetes que realizaba el Banco Central para financiar los gastos del Tesoro.
Pero ese plan de austeridad ha sido desafiado por una provincia, La Rioja, en el noroeste del país, que decidió utilizar otra forma de pago.
Se trata del Bocade -nombre abreviado del Bono Cancelación de Deuda-, una causimoneda que fue aprobada por la Legislatura de la provincia a mediados de enero, y se usará para pagar el 30% de los salarios de los empleados de la administración pública.
Según el gobierno riojano, los Bocade podrán ser usados para pagar impuestos provinciales, servicios de empresas estatales y para comprar bienes en los comercios que acepten estos bonos.
El gobernador Ricardo Quintela, un peronista opositor a Milei, dijo que el mandatario no le dejó opción.
“El gobierno nacional obliga a esto por la crueldad del ajuste«, señaló.
También acusó al Estado nacional de negarse a enviarle a su provincia los fondos federales que le corresponden.
El gobierno provincial ha recurrido a la Corte Suprema para exigir $9.300 millones (más de US$10 millones a tasa oficial) que, asegura, le corresponden a su provincia por el sistema de “coparticipación federal de impuestos” por el que se reparte la recaudación en Argentina.
Quintela pidió a la Legislatura aprobar la emisión de Bocades por un valor de hasta $22.500 millones (unos US$26 millones) luego de enfrentar un paro de la fuerza policial y una protesta de los trabajadores de la salud estatales.
Según la periodista del diario La Nación Gabriela Origlia, “la provincia depende casi en un 90% de los recursos que le gira el Estado”.
¿Otro Patacón?
La Rioja no es la única provincia que enfrenta problemas para pagar sueldos, pero -hasta ahora- ha sido la única en emitir una cuasimoneda.
Este recurso no es nuevo en Argentina. Se ha usado en crisis pasadas, de hecho, ya en 1986 el gobierno riojano creó un bono llamado igual, Bocade, que se emitió en el formato de billetes con la cara de uno de los próceres más famosos de La Rioja, Facundo Quiroga.
Pero la mayor proliferación de cuasimonedas se dio durante la crisis más profunda que vivió el país: la de 2001/02, cuando varias provincias e incluso el gobierno nacional crearon monedas paralelas.
Dos de las más recordadas de esa época fueron los Patacones, emitidos por la provincia de Buenos Aires, y las Lecop, los bonos nacionales.
Muchos también recuerdan cómo terminaron esas cuasimonedas: perdiendo valor hasta que finalmente dejaron de circular, a los pocos años.
El diputado riojano de la Unión Cívica Radical Gustavo Galván, crítico del bocade, señaló durante el debate legislativo que las cuasi monedas terminaron cotizando al 60% de su valor inicial.
Es por esto que muchos políticos y economistas las consideran “una estafa”, que perjudica a quienes las reciben.
La respuesta de Milei
Lejos de reprochar al gobierno riojano, el presidente dio una irónica bienvenida a la creación del Bocade.
“Pensar que en la campaña me trataron de loco por postular un esquema en el que hubiera una libre competencia de monedas y ahora la impulsan…!!!”, dijo tras el anuncio del gobernador Quintela en su cuenta en X (exTwitter).
Milei se refirió así a su propuesta electoral de autorizar el uso del dólar estadounidense a la par del peso.
“Bienvenidas las monedas provinciales a la competencia, las cuales, les quiero señalar, a diferencia de lo que pasó en el pasado, de ningún modo van a ser rescatadas por el Gobierno Nacional”, advirtió.
Advertencia: La BBC no se hace responsable por el contenido de sitios externos.
El mandatario incluso dijo que la cotización de la cuasimoneda, y su relación de paridad con el peso, “dará una evaluación de mercado de la calidad del Gobierno que la emite…!!! Por lo tanto: VIVA LA COMPETENCIA VIVA LA LIBERTAD CARAJO”, cerró, desafiante, con su habitual latiguillo.
Según la periodista de la BBC en Argentina, Veronica Smink, la reaparición de las cuasimonedas trae malos recuerdos a una población ya preocupada por una economía que bordea la hiperinflación, con alzas de precios que superaron el 25% mensual en diciembre.
“Sin embargo, el hecho de que otras provincias -incluyendo la poderosa Buenos Aires, que quedó en manos de la oposición kirchnerista (peronismo)- hayan descartado por el momento seguir los pasos de La Rioja aporta cierta tranquilidad”, afirma Smink.
Sin fondos
La situación de las provincias se tornó más compleja en los últimos meses luego de que el ministro de Economía saliente, y también candidato presidencial, Sergio Massa, impulsara en septiembre pasado una ley que eliminó el Impuesto a las Ganancias (a los ingresos) para la mayoría de los trabajadores, recaudación que luego era “coparticipada” o dividida entre las distintas regiones del país.
Cuando asumió Milei, en diciembre, también frenó las transferencias discrecionales que hacía el Poder Ejecutivo de turno a varios gobiernos locales (generalmente beneficiando a sus aliados), lo que deterioró aún más las arcas provinciales.
Si bien el nuevo mandatario propuso revertir la eliminación del Impuesto a las Ganancias -lo que le generó la crítica de muchos de sus partidarios, ya que él mismo había votado a favor de eliminar el gravamen- los gobernadores se opusieron a la impopular idea.
Tras varias semanas de tensión y reuniones infructuosas, el ministro del Interior, Guillermo Francos, -quien considera que los Bocade son «ilegales»- anunció que el gobierno nacional buscará acordar una solución al problema de las provincias una vez que concluya el debate en el Congreso de la polémica “ley ómnibus”, con la que Milei pretende desregular y achicar el Estado.
“Buscaremos con los gobernadores un nuevo pacto fiscal que nos permita una distribución razonable de los recursos coparticipables”, aseguró Francos la semana última en declaraciones a Radio Mitre.