Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
La cruz para la civilización adelantada como los romanos era un instrumento de terror para los pueblos que no se sometían a su dominio.
La costumbre de los romanos era la siguiente, tomaban a los prisioneros de guerra, los clavaban en un madero, luego los colocaban en la entra principal para exhibirlos como trofeo de guerra.
La crucifixión era un símbolo de la tortura, la agonía y la vergüenza, pero después de lo que Cristo hizo por nosotros, para el perdón de nuestros pecados, se ha convertido en un símbolo de fe y esperanza.
La fe en la cruz de Cristo es mi acceso directo al padre. Es encontrarte día tras día creyendo que hay un Dios perdonador, que estará dispuesto a consolarte en los momento donde necesita que te aliente para seguir adelante en tu vida. La fe que vence al mundo, “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él”. 1 Juan 5:1
La esperanza, ¿quién no quiere esperanza en estos tiempo?, esto es lo que nos mueve a esperar pacientemente en Dios, esta esperanza en la cruz, Dios tomará de ti, enjugará toda lágrima de tus ojos; no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor. No habrá más dolor, porque las primeras cosas han pasado.
Apocalipsis 21: 4. A pesar de los días malos que estamos viviendo, a pesar de la situaciones aparentemente sin esperanza a nuestras vidas y el mundo que nos rodea, te invito a que mires la Cruz de Cristo como un acto de fe y esperanza para tu vida.