La creatividad y el modelo económico

La creatividad ha estado presente en la historia de los seres humanos. A diferencia de la especie humana, los animales a través del tiempo han venido haciendo lo mismo.

Un pájaro carpintero lo más probable es que haga su nido igual que lo hacía desde épocas anteriores. En cambio, nosotros los seres humanos nos resistimos aceptar a la naturaleza, y queremos cambiarla según nuestros propósitos.

En la actualidad, la creatividad es un factor clave que contribuye y fomenta la innovación de procesos y productos, la invención continua de nuevas cosas impulsa el cambio tecnológico y se ha constituido en un catalizador de soluciones en los procesos de diálogo y búsqueda de consensos para el alcance de metas societales.

Al margen de otros factores, la sociedad dominicana y en especial los que diseñan políticas públicas, requieren de creatividad para transformar nuestro “modelo económico”.

La visión neoclásica y neoliberal sigue defendiendo su dogma de que el mercado lo arregla todo. La izquierda, frente a ello, solo apela al heroísmo y al pasado frente al mercado.

Sin embargo, se requiere de creatividad para hacer cosas nuevas y diferentes. Hoy se habla de transformar el modelo económico dominicano. Se dice que este se agotó.

Nuestra economía crece mucho, pero no genera los empleos suficientes, no disminuye con la fuerza necesaria la pobreza y la desigualdad, y no genera procesos de movilidad social ascendente, que puedan crear más clases medias en el país. Se requiere de creatividad para provocar e impulsar un nuevo “paradigma económico”, según lo planteado por Thomas Kuhn, donde lo nuevo desplace lo viejo.

Un nuevo modelo económico tiene que suponer un progreso y no un retroceso, que resuelva los problemas anteriores y los presentes.

Pienso que las condiciones están dadas para que seamos más creativos para encarar las transformaciones que amerita nuestro aparato productivo y nuestras organizaciones.

Si creamos una inteligencia compartida, resultado de la interacción y la sinergia social, los frutos se verán en poco tiempo, danto al traste con los males económicos y sociales inherentes al modelo económico y social.

Es como que todos debemos de “reformar nuestra inteligencia”, como decía el filósofo holandés Baruch Spinoza.