Hugo López Morrobel
Todas las actuaciones mal hechas siempre se saben tarde o temprano, porque la justicia llega y se impone cuando menos se espera, aunque en algún momento quienes ejecutan prácticas anómalas se crean intocables.
Eso lo estamos viendo desde hace algún tiempo en el país, donde muchos que se creían vacas sagradas, hoy están en los tribunales o purgando penas.
En las actividades deportivas, siempre se ha dicho, en especial en eventos de combates, que se cometen muchas anomalías sin que las manos de la justicia lo toque.
Empero en los últimos años, han sido muchos lo que en sus labores de arbitraje, han caído tras probarse que cometieron faltas imperdonables, como es el caso extremo de manipulación las puntuaciones.
Por esa razón el juez dominicano Fabián Carrero fue suspendido de por vida del tenis, tras demostrarse que manipuló en 2019 las puntuaciones de partidos en el torneo de tenis ITF M15 disputado en el país.
Carrero, juez de silla, según las investigaciones de la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis (ITIA), manipuló las puntuaciones en 16 partidos en un torneo en el país.
Afirma la agencia que el árbitro dominicano con sus trampas violó repetidamente el Programa Anticorrupción en el Tenis (TACP).
No se informó cuando dinero ganó Carrero por esa práctica malsana y antideportiva, pero en lo adelante, tiene prohibido de forma permanente arbitrar o asistir a cualquier torneo de tenis organizado o reconocido por los órganos rectores de ese deporte.
Es increíble que a estas alturas haya personas que entiendan que están en capacidad de violar las reglas en forma olímpica, sin recibir las sanciones correspondientes.
