Marruecos.- La cumbre de Naciones Unidas para el cambio climático que se celebra en Marrakech (COP22) quiere convencer al sector privado para financiar proyectos sostenibles y que supere así su recelo ante las “iniciativas verdes».
“Los inversores tienen dudas sobre si no es demasiado arriesgado financiar proyectos sostenibles”, dijo hoy a la prensa la negociadora francesa Laurence Tubiana, nombrada por la ONU “paladina de alto nivel por el clima”, en una declaración en Marrakech.
Tubiana insistió en la importancia de demostrar a los actores económicos que “invertir en el sector de las energías fósiles tiene riesgos mayores que los de financiar proyectos de energías renovables».
“Las energías renovables tienen que volver a ser la norma. El mensaje es simple- podemos perfectamente tener crecimiento económico y desarrollo protegiendo los recursos que tenemos”, sostuvo.
Se trata de un proceso, según la diplomática francesa, que requiere convencer al sector privado para que tenga menos miedo a la hora de financiar estos proyectos bajos en carbono.
“Tendremos que esperar buenas recomendaciones de la cumbre climática de Marrakech para que podamos trabajar en la movilización de la financiación”, subrayó Tubiana.
Los mecanismos de financiación constituyen uno de los retos mayores de esta cumbre ya que se espera trazar una hoja de ruta de los 100.000 millones de dólares prometidos por los gobiernos en el horizonte de 2020.
Varios expertos subrayaron a Efe la insuficiencia de estos fondos que tendrán que ser revisados al alza durante las negociaciones en la COP22, que hasta el 18 de noviembre.
También resaltaron la importancia de involucrar el capital privado en proyectos destinados a luchar contra el calentamiento global.
La financiación es uno de los aspectos principales del Acuerdo de París, que entró el pasado viernes en vigor y que ya está ratificado por un centenar de países; ahora es objeto de debate entre los expertos que comenzaron sus negociaciones ayer mismo, día en el que se inauguró la cumbre de Marrakech.
Según Tubiana, los expertos se dedicarán en esta primera semana a negociar la forma de implementar ese pacto internacional que tiene como fin principal limitar el calentamiento global en menos de dos grados centígrados.
“Las negociaciones han terminado, tenemos el Acuerdo de París y no vamos a volver a revisarlo. Ahora lo que toca estudiar son las reglas de finalización de este acuerdo”, explicó Tubiana, quien dijo que los expertos se centrarán en esta primera semana de la cumbre en dar forma a los aspectos técnicos del pacto.
Otros de los aspectos que se estudiará es determinar las contribuciones nacionales antes de 2018, fecha que permitirá medir el avance del compromiso de los gobiernos en su acción por el clima.
También se estudiarán los mecanismos de transparencia, un reto significativo en esta cumbre debido a que hay gobiernos que dudan sobre la posibilidad de tener un sistema estadístico de sus emisiones.
Para conseguirlo, Tubiana destaca la pertinencia de reforzar las capacidades, una labor que comenzarán a hacer progresivamente los países desarrollados a favor de los que están en vías de desarrollo para dotarlos de las tecnologías adecuadas.
“Sin refuerzo de capacidades el principio de la transparencia no tendrá sentido”, apuntó Tubiana, quien afirmó que los mecanismos de construcción de capacidades es un aspecto que será fijado en la cumbre de Marrakech.
Tubiana y su colega marroquí Hakima El Haiti, también nombrada por la ONU paladina del clima, se encargarán de hacer un seguimiento del avance de las negociaciones y favorece las cooperaciones destinadas a las acciones que luchan contra los efectos del cambio climático.