La Confederación de Béisbol del Caribe, que preside desde hace más de tres décadas, el dominicano Juan Francisco Puello Herrera, determinó que solo los jugadores nativos del país que sea sede de la Serie del Caribe serán los únicos con derecho a ser seleccionados para entrar al Salón de la Fama de esa entidad.
El primer caso ocurrió ayer, cuando los electos fueron los jugadores Ramón Hernández, Robert Pérez, Luis Raven, y el escritor José Antero Núñez, por su contribución al béisbol con sus más de 20 libros sobre temas de béisbol.
Nadie duda de que todos los que ingresaron tienen méritos suficientes, ahora, si tomamos en cuenta que en la actualidad hay más naciones integradas a la Serie del Caribe, entonces los peloteros con méritos acumulados, tendrían por necesidad, que esperar muchos años para poder lograr la inmortalidad.
Esas son medidas que resultan extrañas, dado que en el sistema reemplazado, todos los peloteros, sin importar cual fuera el país sede, tenían las mismas oportunidades.
Esta es sin duda, ‘una gran metida de pata’ por parte de la Confederación del Caribe, que entiendo por necesidad debe evaluar pronto, pero como dice el refrán, “ellos son blancos y se entienden”. Que siga la fiesta.
RADARES.- Todos estaremos esta noche siguiendo cada detalle del último encuentro de la Serie del Caribe, donde Licey va tras su corona número 11 del clásico.
Su rival será (Colombia o Venezuela), que jugaban a segunda hora, tras su pase a la final. Después del triunfo ayer ante México, los nuestros estaban muy motivados.
Si la final es ante Venezuela, la presión que le imprimirían de los más de 40 mil fanáticos locales, será impresionante, aunque todos los jugadores nuestros han ya vivido ese tipo de experiencia en eventos de igual o mayor envergadura.