En innumerables ocasiones he publicado las informaciones sobre cursos, talleres y conferencias de crecimiento personal que constantemente se dan en nuestro país; de la misma manera he entrevistado a motivadores, coach y especialistas de la conducta para el periódico y mi programa de televisión “Mujeres en Blanco y Negro”.
En cada ocasión, he preguntado, y a mí misma, si realmente las personas, después de asistir, logran verdaderos cambios en sus vidas, si la adrenalina de esas motivaciones y revelaciones, frutos de la energía positiva que se mueve en estos eventos, logra germinar de manera permanente en quienes llegan allí en la búsqueda de la fórmula mágica que les enderece sus vidas y los arranque de su propia inercia, pasividad y pesimismo, teniendo en cuenta la gran cantidad de hombres y mujeres que han encontrado en motivar a otros su verdadera vocación y el gran número de personas que llenan los asientos de estas ofertas por horas o días completos.
La conclusión a estas interrogantes siempre es la misma y, aunque la sé desde hace mucho tiempo, no dejo de hacer la pregunta . Todos concuerdan que de nada sirven ser los primeros en los asientos de estos eventos si no hay una decisión personal de hacer los cambios necesarios para mejorar o dar un nuevo giro real y cambiar nuestra rutina, pues la clave, aunque no lo creamos así, está en nosotros mismos.
Recordemos que los cambios pueden darse de una manera asombrosa, pero si no somos determinados y constantes al asumir esos consejos, recomendaciones o tips… estamos perdiendo nuestro dinero en cada evento. Todos tenemos las fuerzas para mover montañas.