De acuerdo a la última encuesta de inmigrantes hecha por la ONE, en el país residen más de 570 mil extranjeros. Alberto Calvo
SANTO DOMINGO.-República Dominicana se sumó al listado de países que han dicho no a la firma del Pacto Mundial sobre Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado por los países que integran la Organización de las Naciones Unidas.
Luego de que amplios sectores de la sociedad expresaron su desacuerdo con el Pacto, el Gobierno dominicano instruyó para que el mismo no sea firmado ni adoptado por el país.
Además, dispuso que la delegación dominicana no esté presente en la Conferencia Internacional que se celebrará los días 10 y 11 en Marruecos, donde se adoptará la firma del Pacto Migratorio.
“El Gobierno dominicano comunicará al secretario general de la ONU, por los canales diplomáticos correspondientes, las razones por las cuales el Estado no firmará este pacto, atendiendo a las condiciones particulares de la República Dominicana”, expresó el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal, al hacer el anuncio.
Señaló que si bien el Pacto tiene innumerables disposiciones que son bien vistas por el Gobierno dominicano y por la mayoría de los gobiernos del mundo, también tiene disposiciones que resultan contrarias al interés nacional.
Compromisos
“Aunque el Pacto no tiene carácter vinculante, por no tratarse de un tratado internacional estrictamente hablando, su adopción generaría compromisos al Estado dominicano que podrían socavar su capacidad para hacer valer sus normas migratorias e implementar con eficiencia las políticas migratorias que el cumplimiento de esas normas exige”, indica.
El Gobierno considera que el Pacto pondría cargas al país, que dado el contexto particular de la isla, podrían desbordar con creces sus recursos.
También precisa que el acuerdo crearía compromisos internacionales que impedirían al Estado dominicano, o lo limitarían considerablemente, dar respuesta a situaciones que puedan presentarse en la frontera terrestre como resultado de las condiciones estructurales y los procesos políticos y sociales que se viven con los vecinos haitianos.
La decisión del Gobierno ha sido respaldada por la clase política y sectores de la sociedad que se oponen a que el país firme el Pacto, y advertían al presidente Danilo Medina que debía poner el oído en el sentir de la población.
Medina fue felicitado por dirigentes políticos que consideran tomó la decisión más conveniente para el país, entre estos el precandidato presidencial del PLD Carlos Amarante Baret, quien señaló que de haberse firmado el pacto el país se estaría poniendo una camisa de fuerza respecto a la inmigración ilegal e indocumentada.
El exdirector de Migración José Ricardo Taveras dijo que de la misma forma que critica que el país se inscribiera en el listado de los firmantes, ‘así mismo lo apoyamos firmemente por no votar’.
“Así todos estamos bien y felicitamos al pueblo por defender nuestra soberanía”, expresó el secretario general del PRD, Tony Peña Guaba.
El presidente del Partido Reformista, Federico Antún, dijo que le satisface la decisión por haber hecho lo correcto.
Bisonó manifestó que ha sido una lección para que el pueblo vea que cuando la mayoría se une se logra la victoria deseada.
Derecho
— Soberanía
El consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal, indicó que no hay razones para que a la República Dominicana se le acuse de racista por no firmar el Pacto Migratorio, ya que cada país tiene sus problemas y sus desafíos.
Rechazo a firmar el Pacto va en aumento
Los países que hasta ayer habían decidido no acoger el Pacto de la Migración son: República Dominicana, Estados Unidos, Italia, Australia, Polonia, Hungría, Bulgaria, República Checa, Estonia, Israel, Suiza, Austria, Eslovaquia y Eslovenia.
Los únicos países de América en anunciar que no firmarán el Pacto son República Dominicana y Estados Unidos, mientras que la mayoría de las naciones que integran la Unión Europea han preferido no ser parte del acuerdo.
El Pacto contiene una serie de 23 objetivos que deberán ser cumplidos por los países que decidan firmarlo, entre estos “minimizar los factores adversos y estructurales que obligan a las personas a abandonar su país”.
Las naciones deberán velar porque los migrantes tengan prueba de identidad.