Sigue la campaña sobre la invasión pacífica de haitianos; los planes para la unificación política con Haití; la invasión de haitianos para el primero de enero recién pasado, que nunca ocurrió; el envenenamiento de dominicanos mediante la bebida alcohólica llamada clerén, y a través del agua de algunos acueductos como el de Barahona.
Se han añadido citas de algunos expresidentes, sin señalarlas fuentes bibliográficas que le puedan dar credibilidad.
Trujillo: “Estancados en su error, los haitianos piensan que este lado les pertenece y como ven que somos gente decentes y pacíficos, mansos vecinos que nunca en la historia les hemos invadido, creen que pueden venir aquí a hacer y deshacer”.
Balaguer: “Seria para mí un auténtico despropósito aceptar el asentamiento de haitianos en tierras dominicanas!¡Un desconocimiento… una negación y una ofensa a la memoria de tantos y tantas dominicanos que todo lo sacrificaron por la patria, por esta patria de Duarte”.
Juan Bosch: “Haití es un pueblo que siempre nos ha invadido, lo hicieron en los años 1801, 1805, 1822, 1844, 1849, 1855 y ahora que no pueden hacerlo con las armas lo harán empujando a sus nacionales emigrar hacia nuestro país. Esto pudiese afectar seriamente la democracia dominicana, ya que los haitianos aún se encuentran en la etapa más primitiva del hombre, por eso vemos el salvajismo de sus actos y la destrucción de su país”.
Se trata de una campaña masiva, sistemática, especialmente en las redes sociales, que debe estar sustentada por grandes recursos económicos.
Hay personas serias, profesionales distinguidos, que influenciados por esta campaña, están preparándose para abandonar el país ante la invasión pacífica, y la toma de las riendas del Estado dominicano por los haitianos; y bajo el supuesto de que al final del presente año habrá más haitianos que dominicanos en nuestro territorio nacional.
La campaña se ha manejado con características de guerra psicológica, la cual intranquiliza a la ciudadanía, y en tal sentido, pone en peligro la salud mental de muchos dominicanos, que cada vez más se preocupan por la inminente invasión y dominación haitiana.