California.- En 1991, Disney encontró una mina de oro con “La Bella y la Bestia”. La película encantó al público y a los críticos, sumó cientos de millones de dólares en taquilla y elevó las expectativas sobre lo que podría ser una cinta animada.
No sólo fue controversialmente calificada por el crítico de teatro del New York Times como el mejor musical de Broadway del año (lo que llevó a un verdadero espectáculo de Broadway tres años después), sino que también fue la primera cinta animada en llegar a la categoría más prestigiada de los Oscar: mejor película.
Más de un cuarto de siglo después el legado de la película permanece, pero el mundo ha cambiado y ya hay una nueva “La Bella y la Bestia” en el vecindario.
La cinta que se estrena el 17 de marzo, es una fastuosa producción con un elenco real que reversiona la “historia tan vieja como el tiempo” con la más moderna animación por computadora.
Incluye las canciones clásicas de Howard Ashman y Alan Menken, música original y algunas nuevas piezas de Tim Rice, así como un discurso social moderno.
Es protagonizada por la ex “Harry Potter” Emma Watson en el papel de la heroína amante de los libros Bella, quien busca aventuras más allá de los confines de su “vida provincial”, y por el actor de “Downton Abbey” Dan Stevens en el papel de la solitaria Bestia.
El elenco de reparto es igualmente de primera calidad: Kevin Kline (Maurice), Emma Thompson (señora Potts), Ian McKellen (Din Dong), Audra McDonald (Madame de Garderobe), Stanley Tucci (Maestro Cadenza) y Ewan McGregor (Lumiere).
Que la visión de Disney de “La Bella y la Bestia” haya perdurado hasta ahora no es una sorpresa, y sus 13 años en Broadway la ayudaron a mantenerse en el imaginario cultural.
“Es una historia genuinamente romántica y genuinamente bella”, dijo Menken sobre su encanto perdurable. Y también está el aspecto de la nostalgia. Para muchos, incluyendo al elenco, fue una cinta que marcó su infancia.
Luke Evans (Gaston) la vio cuando tenía 12 años, Josh Gad (LeFou) cuando tenía 10, y Gugu Mbatha-Raw (Fifí) cuando tenía 8.
Basta con decir que todos se sabían la letra de las canciones antes de que fueran parte del elenco. La nueva versión también es parte de la estrategia de Walt Disney Company para explotar su bóveda en busca de tesoros animados que vale la pena recrear con actores. “Mulan”, `’La Sirenita”, `’Aladdín” y “El Rey León” son sólo algunas de las cintas que ya están trabajándose.
Pero eso no significa que “La Bella y la Bestia” estuviera exenta de actualizaciones que valieran la pena. El director Bill Condon (”Dreamgirls”) disfrutó situando la historia en un lugar en específico, Francia de 1740, y adornó cada centímetro de la producción con detalles rococó y barrocos.
Los avances tecnológicos permitieron a la producción hacer que los objetos del castillo de la Bestia parecieran realmente con vida propia.
Mientras que la imagen de la Bestia se logró al combinar las grabaciones de su actuación con el sistema MOVA de alta resolución para capturar sus rasgos, por lo que Stevens caminó en zancos y se puso un traje con músculos prostéticos con un traje gris encima (así es bailó con todos esos aditamentos).
Los personajes tienen más profundidad también la Bestia tiene una historia detrás igual que Bella, cuya independencia era refrescantemente radical en el 91 y ahora va un poco más lejos.
“Es una princesa de Disney del siglo XXI, no es sólo una chica bonita en un lindo vestido”, dijo Evans. “Ella no tiene miedo y no necesita alguien para que la valide”.
El hecho de que la actriz detrás del personaje es una embajadora de buena voluntad para ONU Mujeres agrega resonancia a este mensaje.
“Creo que Emma es un increíble modelo a seguir para las niñas, lo digo como alguien que tiene dos hijas, pero también como el padre de un hijo que me gustaría que creciera con esos valores inculcados”, dijo Stevens.
Como homenaje a Ashman, quien murió por complicaciones relacionadas con el sida a los 40 años antes de que la película de 1991 se estrenara, la producción rescató las letras de sus canciones que agregaron a dos piezas en la nueva película: “Gaston” y “Bella y Bestia”.
Aunque muchas de las escenas e incluso de los diálogos se mantienen igual que en la película anterior, el mundo parece más diverso desde las primeras tomas.
En el castillo y en el pueblo hay personas de todas las razas. “(Condon) quería hacer una película que resonara en 2017, que represente al mundo como es ahora”, dijo Mbatha-Raw.
Mucho se ha hablado del “momento gay” de LeFou, que creó escándalo en internet antes de que alguien lo hubiera visto.
Por un lado la organización GLAAD por los derechos LGBTQ lo celebró, mientras que Rusia la clasificó como no apta para menores de 16 años y la página de Facebook de un autocinema de Alabama, anunció que no la exhibiría. Muchos en la producción se han distanciado del tema.
“Definir a LeFou como gay … creo que nadie que vea la película podría definirlo de esa manera. Está cautivado por Gaston”, dijo Menken.
“Me da gusto que LeFou esté llamando tanto la atención, pero rezo porque este tema absurdo se acabe pues no es importante para la historia.
Incluso el momento del que hablan es un pequeño guiño sin mayor relevancia, no es nada”. Gad también considera que ha sido “exagerado”, y que la historia se trata más de “inclusión” así como de no juzgar a un libro por su portada.
“Es una historia con muchos mensajes maravillosos, y cuando vez la película cualquiera que considere de qué se trata comprenderá que es una historia hermosa, inclusiva con todos, es un legado del cual estoy orgulloso de formar parte”, agregó Evans.
“Pero sí puedes juzgar a Gastón por su portada”, dijo una sonrisa socarrona. “Él es así es exactamente”.