Muertes ascendieron después de Semana Santa. ARCHIVO
Santo Domingo.-Francis Otaño, de 48, es la madre del joven Ariel Montero, quien falleció como consecuencia de la ingesta de una bebida alcohólica adulterada, pese a que ella también consumió alcohol junto a su hijo, sobrevivió.
Otaño cuenta que unos minutos después de haber consumido el alcohol comenzaron a sentirse mareados, al día siguiente, el Domingo de Resurrección, fueron llevados al Hospital de Engombe.
“No tenía nada de fuerza, y un caliente en el estómago que no lo aguantaba”, manifiesta Otaño. Solo permaneció una hora en el centro de salud y tras aplicarle un suero, así como un medicamento, sus dolores disminuyeron. A pesar de que debe realizarse análisis y arrastra consigo dolores estomacales, afirma que permanece firme a lo que califica como un “milagro divino”.
Las muertes por bebidas alcohólicas adulteradas ascienden a 99 y las intoxicaciones suben a 262, informó el Ministerio de Salud Pública. Las muertes se han registrado en Santo Domingo así como en el Noroeste.
Negocios
— Cierre
El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor), cerró ayer seis negocios en varias provincias del país por vender bebidas alcohólicas adulteradas.
