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La baja tasa de homicidios en el informe de InsightCrime: Un reflejo de los datos oficiales

Josefina Reynoso Por Josefina Reynoso
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Josefina Reynoso

En los últimos años, los estudios internacionales sobre seguridad ciudadana han ganado relevancia, especialmente aquellos que analizan las tasas de homicidio en América Latina y el Caribe.

Estos datos son esenciales para la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas en materia de seguridad.

Sin embargo, es importante destacar que pocas veces se profundiza en las metodologías y las fuentes de estos estudios.

A pesar de los avances en la recolección de datos, la calidad y la precisión de las estadísticas sobre homicidios están fuertemente influenciadas por las fuentes oficiales que los gobiernos proporcionan, lo

que limita su efectividad para una evaluación integral de la seguridad ciudadana.

Uno de los estudios más citados en la región es el informe de InsightCrime, que se ha consolidado como una de las principales fuentes de información sobre criminalidad y seguridad en América Latina y el Caribe.

Este informe ofrece un análisis pormenorizado de las tasas de homicidio, brindando una visión amplia de la violencia en la región.

Sin embargo, al examinar la validez de estos datos, es necesario considerar cómo las fuentes oficiales y las metodologías utilizadas pueden afectar la precisión de los resultados.

La recopilación de datos sobre homicidios depende principalmente de las autoridades nacionales de cada país, quienes proporcionan las cifras a través de sus instituciones correspondientes.

En teoría, estos datos deberían ser los más confiables, ya que los gobiernos tienen acceso directo a los registros nacionales y a la información más actualizada.

No obstante, la realidad es más compleja. En muchos países de América Latina, la calidad de los datos varía considerablemente.

El centro de pensamiento revela en su  informe sobre la metodología de recolección  de  información  que  cuando tienen retraso en la entrega de información por parte de los gobiernos, utiliza fuentes secundarias, como los medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales (ONG), lo que dificulta la precisión y fiabilidad de los informes.

Si bien las fuentes secundarias pueden ser útiles, no cuentan con los mismos rigurosos procesos de verificación que las fuentes oficiales, lo que aumenta el margen de error en los resultados.

En el caso de la República Dominicana, la información sobre homicidios proporcionada por InsightCrime se basa en los datos oficiales enviados por las instituciones gubernamentales del país. No obstante, este proceso presenta desafíos adicionales.

La falta de coordinación entre las diferentes entidades encargadas de la recopilación y el reporte de homicidios, citadas en otras ocasiones, puede generar discrepancias en las cifras reportadas. Las diferencias en los enfoques y las metodologías empleadas por estas instituciones pueden llevar a distorsiones en los datos, dificultando la interpretación de las tasas de homicidio de manera coherente y consistente.

A pesar de estas limitaciones, el centro de pensamiento y medio de comunicación sin ánimo de lucro ha logrado proporcionar una visión general importante de la violencia en la región. Sin embargo, no se debe depender únicamente de los datos sobre homicidios para validar la seguridad ciudadana.

Las cifras de homicidios son solo una parte del rompecabezas, y para obtener una comprensión más completa de la seguridad en un país o región, es necesario considerar otras fuentes de información.

Un aspecto relevante es la definición misma de lo que constituye un “homicidio”. InsightCrime sigue el Protocolo de Bogotá, el cual establece que un homicidio es la muerte de una persona provocada por una agresión intencionada por parte de otra.

Mas, no todos los países de la región aplican la misma definición. En algunos casos, se incluyen muertes ocurridas durante disturbios civiles, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o conflictos armados, mientras que en otros como en el  caso  de  Republica Dominicana, donde fueron cambiadas la metodología de calculo de la tasa de homicidios y los indicadores, fueron excluido del  calculo Intencionales, lo siguiente: a.- muertes por intervenciones legales, b.- homicidios justificables en defensa propia, c.- tentativas de homicidios intencionales, d.- homicidio sin el elemento de la intención, e.- homicidios no culposos o involuntarios. f.- suicidio asistido o incitación al suicidio. g.- feticidio ilegal. h eutanasia.

Esta variabilidad en la definición puede complicar las comparaciones entre países, es por esto que no podemos hacer similitudes con Ecuador con una tasa de homicidios de 38.8, Costa Rica con 16.6, Puerto Rico con 15.2 o ciudades estadounidenses como Chicago con 21.8 o Detroit con 37. Por esto la importancia de interpretar los datos con cautela.

Citamos  InsightCrime .- “Hacemos todo lo posible por recopilar y estandarizar los datos de homicidios en toda la región. Pero como dependemos de varios gobiernos para que nos proporcionen los datos, estamos limitados en cuanto a las cifras que recibimos y la calidad de las mismas.

En algunos casos, no incluyen todo el año, lo que significaría una tasa de homicidios más baja. En otros, no hay transparencia en el proceso de recopilación de datos, lo que hace imposible verificar las estimaciones.

Algunos países tienen un proceso completo y transparente, pero utilizan una definición de homicidios diferente a la de la mayoría de los países de la región. En este caso, comparar la tasa de homicidios entre dos países con definiciones diferentes no sería válido”

Además, la metodología empleada por el centro de pensamiento utiliza proyecciones demográficas para calcular las tasas de homicidio por cada 100,000 habitantes.

Aunque este método es útil para hacer comparaciones entre países de distintos tamaños, las proyecciones poblacionales son solo estimaciones. Esto introduce un margen de error que, especialmente en países con poblaciones pequeñas, puede alterar significativamente las tasas de homicidio.

En consecuencia, los datos presentados por InsightCrime deben ser leídos con moderación, teniendo en cuenta las posibles variaciones en las estimaciones poblacionales.

A pesar de las limitaciones inherentes a la recopilación de datos y a las diferencias metodológicas entre países, los informes de InsightCrime siguen siendo una herramienta valiosa para comprender las tendencias de homicidio en la región. Estos estudios ayudan a visibilizar los altos niveles de violencia y a generar conciencia sobre la magnitud de la crisis de seguridad.

Pero, es crucial no utilizar estos datos de forma aislada para validar la seguridad ciudadana o diseñar políticas públicas. En lugar de centrarse exclusivamente en las cifras de homicidios, se debe adoptar un enfoque más integral que incluya otros factores, como encuestas de victimización, informes de organizaciones sociales y análisis cualitativos que aborden las causas subyacentes de la violencia.

Brevemente, podemos concluir que los datos sobre homicidios proporcionados por InsightCrime son una fuente útil para entender las dinámicas de violencia en América Latina y el Caribe.

Sin embargo, su fiabilidad depende en gran medida de la calidad de las fuentes oficiales y de las diferencias metodológicas entre los países. Es fundamental que estos datos se complementen con otras fuentes de información para obtener una evaluación más precisa y completa de la seguridad ciudadana.

La validación de la seguridad debe basarse en un análisis más amplio, que no solo considere las tasas de homicidio, sino también las complejidades sociales, políticas y económicas que subyacen en la violencia en la región.

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