MADRID, ESPAÑA.-La ayuda humanitaria internacional se estancó este año con un incremento de apenas el 1%, cuando creció una media un 7,5% en años anteriores, a pesar de que a los conflictos de Siria y Yemen se unieron en 2019 otras necesidades, como el ciclón Idai y la epidemia de ébola en el Congo.
La Unión Europea (UE) tampoco incrementó exponencialmente el gasto destinado a ayuda humanitaria, que en los pasados años crecía un 10% anualmente y este año solo lo ha hecho un 3%, según consta en el informe “La Acción Humanitaria en 2018-2019- Sin cambios en tiempo de incertidumbre”, elaborado por Médicos Sin Fronteras y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Ayuda Humanitaria (Iecah).
Este descenso coincide con crisis cada vez más complejas, según la ONG, con la cifra récord de población desplazada y refugiada de 70,8 millones de personas.
Los países con menos recursos son los que acogen al mayor número de desplazados y refugiados- el 39% fue acogida en 2018 por países de renta baja y el 54% por países de renta media, mientras que solo el 7% de los migrantes fueron recogidos por países con rentas altas.
En cuanto a España, la situación de un Gobierno en funciones (sin plenas competencias) ha “tirado por tierra” el compromiso humanitario pactado hace un año y medio.
El informe advierte de que cada vez va cobrando más fuerza el discurso ultranacionalista y xenófobo, que ve a los migrantes como una amenaza y se criminaliza a las organizaciones humanitarias que prestan ayuda.