La autoridad en la mediación

La mediación la he definido en artículos anteriores y según sus caracterizas la voluntariedad tiene un peso en las decisiones de las personas mediadoras y en las partes en conflicto, por lo que hablar de autoridad es riesgoso.

Sin embargo, si debe puntualizarse que las personas mediadoras son las que coordinan el proceso y las partes deben respectarlo como responsable de ayudarles a solucionar sus controversias.

En esta ocasión en Conflictos y Mediaciones es un momento importante explicar a sus lectores que la mediación tiene sus reglas, las cuales son explicadas por la persona mediadora en el discurso de apertura y bienvenida.

Es en ese preciso momento, en donde se debe aprovechar para decirles a las personas participantes cuales son las reglas de la mediación y son estas las que señalan que la autoridad de ese proceso es compartido entre todos los actores del proceso.

Lo que deja bien claro que la autoridad y la disciplina es un deber de todas las personas involucradas, incluyendo a la persona mediadora. Cada participante tiene un rol y ese rol es el que definirá si podrás lograrse un acuerdo o no . Pero además, son estas las que están escuchando a través del cual permite que cada actor del proceso valora y entender los puntos de vistas planteados por cada uno de ellos en la mediación.

Son estos puntos los que permiten a las personas tomar decisiones, pero si las reglas no son respetadas todo el proceso será viciado e impedirá un entendimiento y las tomas de decisiones se postergaran.

Por lo que entiendo que la autoridad debe estar constantemente presente, aunque la persona mediadora deberá crear la empatía con las partes y a la vez lograr que las personas mediadas sean empático con ella y el.

La reglas de la mediación permite de manera cortes y respetuosa que las personas participantes tengan la oportunidad de explicar desde su punto de vista sus posiciones y opciones, sin ofender en el proceso a las personas que los están escuchando en ese momento.

En la mediación no todos los momentos es color de rosa blanca, salen rosas rojas y muy rojas; momento que debe aprovechar la persona mediadora para recordar las reglas de juego y a la vez tomar el control de lo que está ocurriendo en ese momento. He ahí su autoridad.

La experiencia  indica que si las partes se apoderan del proceso, ellas mismas ayudan a recordar el orden de la conversación, en un momento que los ánimos están caldeados.

De manera concluyente, en la mediación la autoridad las tienen todas las partes, incluyendo a la persona mediadora.