Algo está claro en el negocio del entretenimiento, y es que las redes sociales y otros factores han venido a jugar un papel tan importante que lo exclusivo ya es casi cosa del pasado.
Esto lo están viviendo las grandes premiaciones del mundo, en donde cada año la audiencia televisiva de sus montajes baja estrepitosamente, porque la gente se queda entretenida en las redes viendo las cosas que suben los “youtubers” y los “influencers”.
Por eso es que muchos han optado por servirle “la comida” al televidente antes de salir a la calle. O sea, antes de realizarse la premiación, los productores dan a conocer el menú de lo que va a pasar y así se aseguran de que por algún motivo la gente se quede frente al televisor esperando quizás a su artista favorito anunciado previamente.
Y esto ya se ve en premiaciones como la recién finalizada entrega de los Oscar, en donde salió a relucir que la edición número 90 de este premio, celebrada el pasado domingo, cayó un 19 % con respecto al año pasado.
Según se explica, este año fue el peor dato en la historia para la transmisión de los famosos galardones del cine.
Pero mientras la gente se queda analizando esta baja de “rating” de los Oscar, ya el año pasado la ceremonia de los Grammy había pasado por lo mismo y obtuvo titulares como “baja la audiencia en los Grammy 2018; la peor en casi una década”.
Todo esto aunque Bruno Mars y otros artistas hicieron musicales impresionantes.
También sufrieron baja en audiencia los Grammy Latinos y así se ha ido dando en cadena el bajo “rating” para otras premiaciones que tiene a la industria un poco alarmada.
Hoy día sería bueno soltarle al público el contenido de estos grandes eventos, para darle un valor agregado al televidente de que se quede frente al televisor esperando.