La adicción en mediación

La adicción en mediación

La adicción en mediación

Alexis Rafael Peña.

Una de las preocupaciones comunes  de las personas mediadoras es cuando en la solicitud de admisión de mediación y en el proceso, es detectado la adicción los estupefacientes, alcohol y a los juegos de azar.

Para personas expertas en conductas y comportamientos (psicólogo/as y psiquiatras) consumir drogas, romo y jugar es una enfermedad; en donde las personas no estás en condiciones de asumir responsabilidades de sus actos (distribuir bienes, pagar deudas, visitas a sus hijos e hijas, etc.).

Por lo tanto, no dispone de criterios adecuados para sentarse en una mesa de diálogo con sus familiares (hermanos, hermanas, tías, tíos, sobrinos, abuelos, vecindario, etc.) y con su pareja o expareja para consensual acuerdos relacionados a ellos, personas menores y a sus propiedades.

Estas personas por su condición de adicción, pierden la capacidad de razonar, reflexionar, pensar y tomar las decisiones pertinentes en relación por ejemplo herencia, paternidad, maternidad y sus consecuencias u obligaciones (pensión, guarda, visitas, etc.)

En otras oportunidades en Conflictos y Mediaciones hemos relatado reflexiones tendentes al “interés superior del niño, niña y adolescente” vislumbrado en la Ley 136-03, en la que traza las pautas a padres y madres en relación a sus obligaciones como progenitores.

Procrear es una gran responsabilidad. Pero suele ocurrir que personas con estas conductas suelen procrear sin planificación y mucho menos con la capacidad para guiar u orientar a sus hijos e hijas.

En los Centros de Mediación de Conflictos llega todo; personas con conductas “cuerdas y descuerdadas”. La mediación no tiene perjuicio, sin distinción de clase social se le abre las puertas a toda la población. Es decir, se reciben de todo y en la vulnerabilidad existe de todo.

 Una persona con adicción a las sustancias legales e ilegales no es admitida en mediación, por las razones ante expuestas, a la persona a la que se abre el proceso de solicitud de admisión de su caso, se les orienta como, en qué y en dónde puede apoyarse para buscar alguna alternativa de solución a su situación.

Reconozco que existen pocos lugares para enfrentar estas dificultades, pero con el apoyo de profesionales de derecho de la sociedad civil e independiente, se ha logrado buscar alternativas viables a la persona afectada. Eso nos gratifica y nos indica que la mediación es útil hasta para caso de estas condiciones, para personas adictas a romo, drogas y a los juegos de azar. Ya que la misma permite guiar y orientar adecuadamente a la persona afectada.

No fue en una mediación en donde se encontró la solución, pero mediante la mediación se encontró una vía alterna a esta problemática que acarrea a miles de familias y personas de escasos recursos.

Nos deja muy claro, la situación a adicción no es mediable, pero si existen mecanismos para conseguir soluciones adecuadas para este tipo de persona.

 En caso de quien dirige a Conflictos y Mediaciones, buscamos opciones en donde las personas con ese tipo de dificultades, familiar o pareja. Claro, en ocasiones son opcionales, ir a un profesional de la conducta o siquiatra según en caso.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.

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