Hugo López Morrobel
En el seno de los Timberwolves de Minnesota existía el pasado sábado mucha preocupación por la baja productiva de Karl Anthony Towns en segundo y tercer choque ante los Grizzlies de Memphis, tras tener un primer encuentro con una excelente producción que condujeron a una victoria.
En ese primer triunfo, Town encestó 29 puntos y capturó 13 rebotes, sin embargo, en las dos siguientes presentaciones, que culminaron en derrotas de su equipo, descendió en forma estrepitosa, siendo la más notoria en el tercero con apenas ocho puntos, cinco rebotes y una asistencia.
Esas dos malas producciones encendieron las alarmas, porque algo no estaba marchando bien, y si no se producía un cambio radical en su producción, su equipo sería eliminado.
Sin embargo, el pasado sábado con su padre en primera fila observando el partido, Karl despertó con una actuación sobresaliente, liderando al equipo con 33 puntos y 14 rebotes, para igualar la serie a dos por bando.
Para los próximos encuentros se debe trabajar con él en el aspecto sicológico para que se mantenga totalmente enfocado en el juego, porque sin él, Minnesota no pasará esta prueba.
En otra serie, entre Celtics y Nets, su compatriota Al Horford, veterano de 35 años de edad, está demostrando que es un factor primordial para su equipo, en la cancha y fuera de ella, porque se ha constituido en un elemento vital.
Hasta el momento su desempeño siempre enfocado en los aspectos fundamentales, ha sido factor clave en las tres victorias de Boston ante Brooklyn.
No hay duda que Horford se ha ganado el respeto de sus compañeros y adversarios, mostrando que no siempre la edad es un factor determinante en la ayuda que se pueda prestar.
Ante la situaci;on de debacle que presentan los Nets, es casi seguro que ahora con la serie 3-0 a favor de los Celtics, Al podrá seguir aportando a su causa.
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