New York – Fieles a su reputación, la estrella estadounidense del «reality show» Kim Kardashian y su marido, el rapero Kanye West, no se anduvieron con chiquitas a la hora de elegir el nombre de su segundo hijo, presentado el pasado lunes como «Saint».
Dos días después de anunciar el nacimiento del niño a través de las redes sociales, Kardashian volvió a recurrir a Twitter para presentar a «SAINT WEST» junto con emojis describiendo a los ahora cuatro miembros de la familia.
La primera hija de la pareja se llama North (Norte), un nombre que puede ser un juego de palabras geográfico con su apellido West (Oeste) o simbolizar poder.
En el caso de Saint (Santo o San) y su derivados, es bastante usual en apellidos en inglés, francés y otras lenguas, pero es muy raro que se lo utilice como nombre y tradicionalmente corresponde a autoridades religiosas.
Kim Kardashian, de 35 años, y Kanye West, de 38, son dos de las 100 personalidades más influyentes del mundo, según la edición de abril de la revista Time. Representan entre ambos una fortuna de cerca de 60 millones de dólares.