Juventud, la echó fuera del cajón

Juventud, la echó fuera del cajón

Juventud, la echó fuera del cajón

Hugo López Morrobel

En República Dominicana, producto del subdesarrollo en casi todos los órdenes, se producen casos y cosas que definitivamente no se pueden asimilar bajo ningún concepto, porque quién puede explicar con cierta lógica, que tras una actuación sobresaliente, espectacular, como la lograda en 2021 por la atleta Marileidy Paulino, no fuera tomada en cuenta en los premios entregados esta semana por el ministerio de la Juventud, a los jóvenes dominicanos más sobresalientes en ese periodo.

Habría que estar en la luna o totalmente desquiciado, para no haber tomado en cuenta el trabajo, nunca antes realizado por ninguna atleta dominicana en las olimpíadas mundiales efectuadas en Beijing, con dos medallas de plata, y en la Liga Diamante, con dos medallas de oro y una plata.

Quizá por ser una “morenita“, “hija de machepa”, sin apellidos rimbombantes y sonoros, como definía el profesor Juan Bosch a los que vivían en la absoluta miseria, se produjo el “desprecio garrafal”, al trabajo de esta joven humilde nativa de Don Gregorio, Baní, a quien en sus comienzos en el deporte, su madre tenía que pedir unos pesitos prestados para que pudiese trasladarse a Santo Domingo en una voladora a realizar sus prácticas, muchas veces sin nada o muy poca cosa en el estómago.

Hay que recordar que a su casa para que su familia viera las actuaciones en Beijing, varias entidades en un gesto que hay que aplaudir, le entregaron un televisor, porque ni siquiera eso tenían. Marileidy puso alegría e hizo sentir orgulloso a más no poder, a millones de sus compatriotas con sus actuaciones en 2021.

Ignorarla fue una desconsideración, humillación, abuso y atropello, sin restar ni un ápice de mérito a los demás galardonados.

Creo con toda sinceridad , que desconocer sus aportes extraordinarios, constituye un crimen, una vejación y una arbitrariedad, que debe ser resarcido rápidamente.

La sociedad todavía está a tiempo de exigir a las autoridades que realizaron esa premiación, a que haga un acto especial y que reconozca que constituyó un tremendo fallo, ignorar los aportes que realizó Marileidy al deporte nacional con sus triunfos en los principales eventos mundiales de atletismo, actuaciones que sin temor a equívocos, están muy por encima de cualquier otra labor ejecutada en ese periodo por otro atleta dominicano de cualquier disciplina.

El ministerio de la Juventud, dirigido por el Rafael Féliz García, tiene la última palabra sobre este penoso caso.