El nombramiento de Junior Noboa como comisionado nacional de béisbol por el presidente Luis Abinader es considerado por las personas que hacemos ambiente en esta disciplina como “un palo por encima de los 411”.
Junior, quien por ser hijo de Chide Noboa, se puede decir que desde antes de su nacimiento estaba predestinado a vivir del béisbol y así ha sido en el tiempo.
Sin temor a equivocarme, Noboa es la persona de mayor nivel en ocupar el cargo de comisionado de béisbol en la historia del país, algo que se evidenció ayer en el notable respaldo que recibió al ser posesionado por el ministro de Deportes, Francisco Camacho, quien en su despacho le tomó el juramento.
Nunca antes un comisionado fue acompañado en el acto de juramentación por Juan Francisco Puello Herrera, comisionado de la Confederación de Béisbol del Caribe; Vitelio Mejía, presidente de la Liga de Béisbol Profesional del país; Juan Núñez, presidente de la Federación Dominicana de Béisbol; Yerik Pérez, director de la oficina de MLB en el país; Erick Almonte, presidente de la Federación de Peloteros (Fenapepro); Laurentino Genao y Amaurys Nina, representantes de los entrenadores independientes; sus familiares, encabezados por su hermano menor Joel Noboa.
Ese grupo representa a los hombres que inciden en el comportamiento del béisbol en nuestro país y al estar aglutinados a través de Noboa evidencia que su designación trae esperanzas para que esta disciplina, reconocida como la más popular entre los dominicanos, alcance el sitial que merece.