MINNESOTA.- En marzo, los Timberwolves estaban en Charlotte mientras hacían todo lo posible por salir del torneo de repesca y alcanzar el sexto puesto. Julius Randle acababa de regresar de una lesión en la ingle, y los Wolves habían ganado los tres partidos en los que volvió a la alineación.
Randle anotó 25 puntos, capturó 10 rebotes y repartió nueve asistencias. Ese partido fue una de las primeras señales de que él por fin había encontrado su ritmo. Tras meses de trabajar con el entrenador Chris Finch para optimizar el uso de sus habilidades en ataque, Randle se sentía cómodo.
Los Wolves, a pesar de contar con una plantilla muy similar a la de la temporada pasada, todavía están tratando de encontrar su camino como equipo esta temporada, pero el Randle que saltó a la cancha el sábado por la noche en Charlotte y el lunes en Brooklyn se parecía mucho al que estuvo en la cancha en marzo: al mando, seguro de sí mismo y leyendo el juego a un alto nivel.
Randle continuó con su buen inicio de temporada y está promediando 26.0 puntos, 7.1 rebotes, 5.9 asistencias y 1.3 robos por partido esta temporada. Finch dice que “Randle es el jugador más abierto y dispuesto que hemos tenido”.