Washington.- El juicio antimonopolio que el legendario Michael Jordan y su socio, el piloto Denny Hamlin, iniciaron contra la organización de automovilismo de carreras NASCAR entra en su tercer día con la continuación de testimonios iniciales ante un tribunal federal de Carolina del Norte.
El caso, que podría remover los cimientos de una de las series deportivas más populares y poderosas de Estados Unidos, ha revelado preocupantes comunicaciones de los directivos de la franquicia y puesto el foco en las finanzas del organismo, al que Jordan y Hamlin acusan de actuar como un monopolio que no deja opciones a los equipos.
Otro demandante
Ambos deportistas demandan a NASCAR en calidad de copropietarios del equipo 23XI Racing, junto a otro equipo, Front Row Motorsports. Juntos alegan que la organización obliga a los participantes a aceptar contratos 'charter' o de fletamento – que garantizan la participación y un reparto de ingresos en la serie principal de NASCAR- con condiciones muy restrictivas.