Tampa, Florida.-Ver cada partido de entrenamiento de primavera con los dientes apretados y esperando que tus jugadores no se lesionen no es forma de vivir la vida.

El dominicano Juan Soto, el brillante juguete nuevo de esta temporada baja y una potencial maravilla si cosas no van mal, ayer estuvo a punto de provocar un infarto a los fanáticos con una zambullida precipitada e innecesaria sobre un batazo de su compatriota Carlos Santana, lo que podría haber representado el riesgo más innecesario en la maldita historia reciente del béisbol de entrenamiento de primavera.

Desafortunadamente, los fanáticos de los Yankees no han tenido mucha suerte en ese sentido, porque han visto como Curtis Granderson se rompió el antebrazo y Mark Teixeira llegó al principio del fin con su muñeca en 2013.
“Lo creeré cuando lo vea”, dijo la gerencia de los Yanquis.

Soto parece estar bien después de emprender el vuelo sobre un “ blooper” y aterrizar sobre su muñeca. Soto tomó su turno al bate en la parte baja de la primera, haciendo un swing a una bola para conectar de foul y luego poncharse mirando.

En teoría, si un lanzador se lastima, los Yankees todavía tienen a Blake Snell y su profundidad de ligas menores a quienes recurrir. Extremadamente molesto, pero sucederá y tendrán que afrontarlo. ¿Si Soto se lastima, especialmente en un juego tonto? No hay ningún plan de respaldo.

El equipo es significativamente menos visible y entonces tendría que comprometer gran parte de su nómina futura a un jugador que de repente sería una incertidumbre.

Precaución

— Pánico
La zambullida de Soto asustó a los Yanquis, por el riesgo de una lesión inesperada. Los entrenamientos de primavera se tratan de tener el cuerpo bien, y el cuerpo de Soto parece estar operando todavía medio paso atrás.