Bogotá.- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, vivió hoy en su último día de Gobierno una apretada agenda en la que agradeció el apoyo recibido durante sus ocho años en el poder, respondió a las acusaciones de Nicolás Maduro y le deseó suerte a su sucesor, Iván Duque, elegido para el periodo 2018-2022.
“Este es mi último evento público antes de entregar el poder al presidente electo, a quien deseo lo mejor”, dijo Santos en una ceremonia en la que se firmaron créditos y se abrió la licitación para la construcción del Metro de Bogotá.
El mandatario, que esta noche tiene previsto dar una alocución de despedida al país, dijo que su gabinete ministerial le presentó este lunes la renuncia protocolaria, que aceptó y será efectiva a partir de mañana, cuando Duque asuma la Presidencia.
El día del presidente comenzó en el “Foro fortalecimiento de los organismos de control en Colombia”, en donde antes de hablar de la lucha contra la corrupción se refirió a las denuncias de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, quien el sábado lo acusó de estar tras el atentado que sufrió en Caracas.
«¡Por Dios!, yo le digo al presidente de Venezuela, yo el sábado estaba en unas cosas mucho más importantes, estaba bautizando a mi nieta”, dijo Santos con tono jocoso que generó risas en el auditorio.
En el foro, convocado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Procuraduría (Ministerio Público) y la Contraloría (tribunal de cuentas), Santos comentó que durante su Gobierno (2010-2018) desarrolló “piel de cocodrilo” y después “piel de hipopótamo” porque es necesario tener “piel gruesa por todas las acusaciones y las posverdades” que se dicen.
El presidente también inauguró hoy el Centro de Capacidades para la Ciberseguridad (C4), el edificio con la infraestructura más grande de Latinoamérica para la gestión de incidentes informáticos.
“Este centro es lo que yo diría el estado del arte de lo que se puede tener en cuanto a un centro para combatir el cibercrimen, gracias al cual toda investigación será más fácil ahora”, señaló.
Esta noche Santos ofrecerá en la Casa de Nariño una cena para los jefes de Estado y otras autoridades internacionales que asistirán mañana a la investidura de Duque y de la vicepresidenta electa, Marta Lucía Ramírez.
A la ceremonia, que se realizará a las 15.00 hora local (20.00 GMT), en la Plaza de Bolívar, del centro de Bogotá, acudirán 10 jefes de Estado y delegaciones procedentes de 17 países. Entre los mandatarios asistentes figuran los de México, Enrique Peña Nieto; Chile, Sebastián Piñera; Ecuador, Lenín Moreno, y Panamá, Juan Carlos Varela (Panamá). También acudirán los de Argentina, Mauricio Macri; Bolivia, Evo Morales; República Dominicana, Danilo Medina; Costa Rica, Carlos Alvarado; Guatemala, Jimmy Morales, y Honduras, Juan Orlando Hernández.
Otros invitados son los expresidentes Alan García (Perú) y Ricardo Lagos (Chile); el expresidente del Gobierno español Felipe González; el primer ministro de Curazao, Eugene P.H. Rhuggenaath, y la vicepresidenta y el canciller de Paraguay, Alicia Pucheta de Correa y Eladio Loizaga, respectivamente.
España también estará representada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, ya que el rey Juan Carlos no pudo viajar por recomendación médica, y asistirá además el presidente del Partido Popular de España, Pablo Casado.
En cuanto a organismos internacionales destacan los presidentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno; del banco de desarrollo de América Latina (CAF), Luis Carranza Ugarte, y Hugo Quiroz Vallejo, en representación del Parlamento Andino. Además participarán la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, y el alcalde de Miami, Francis Suárez, entre otros.
Duque, que hoy no tuvo actividad pública, tiene previstas reuniones bilaterales con algunos de los mandatarios que asistirán al acto de mañana. La seguridad de la investidura estará a cargo de 12.000 policías y el Ministerio de Defensa pondrá en servicio el sistema de radar Sinder, desarrollado en el país, para detectar drones, cuyos vuelos fueron prohibidos por la Aeronáutica Civil en los alrededores de la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, y de la Plaza de Bolívar.