Hugo López Morrobel
El novato Julio Rodríguez, de los Marineros de Seattle, está demostrando que será uno de los grandes exponentes de República Dominicana en Grandes Ligas en la próxima década, siguiéndole los pasos a sus compatriotas Vladimir Guerrero Jr, de los Azulejos de Toronto y a Juan Soto de los Nacionales de Washington.
Su actuación en lo que va de temporada, al igual que en el Derby de Cuadrangulares, realizado en el estadio de los Dodgers, en Los Ángeles, es la mejor demostración de hasta dónde puede llegar este jovencito de apenas 21 años, nativo del municipio de Loma de Cabrera, provincia Dajabón.
Sus batazos en ese espectáculo, que reúne a muchos de los mejores bateadores de ambas ligas, con un total de 81, el máximo conectado por los demás participantes, no dejan duda de su capacidad ofensiva, aparte de sus excelentes condiciones defensivas, porque posee un brazo y ejecuta un fildeo que hace recordar a Cesarín Gerónimo y César Cedeño, entre otros.
Aunque Julio cayó en el Derby ante Soto, no es menos cierto que para llegar a la final, enfrentó a mejores bateadores, como fue el caso de Pete Alonso, amplio favorito para repetir, y quien había ganado esa competencia en los últimos dos años.
Por lo tanto, pónganle el ojo a este jovencito, que todo indica que dará “mucha agua que beber” en los años por venir, siempre que mantenga la debida concentración, dado que son muchos los que comienzan como un rayo, pero luego por diversas razones, en la mayoría de los casos externas, provoca que de la noche a la mañana muchos grandes prospectos , «se derriten como mantequilla en pan caliente”.
RADARES.- Uno de los grandes abusos históricos que se han cometido en el deporte dominicano ocurrió en 1974, cuando la Federación de Atletismo dejó por pedido de México y otros dos países, que no dejaran competir en los Centroamericanos, a la semifondista Zeneida de la Cruz, si no se le practicaba una prueba de cromatina sexual, que determinaría si era hombre o mujer.
Zeneida se negó porque entendía que era una humillación a su persona como mujer y decidió retirarse, a pesar de tener las mejores marcas nacionales en 800 y mil 500 metros, y otras cuatro marcas. Mañana continuaré relatando parte de este penoso y abusivo caso.
