Santo Domingo.-Paralelamente con el concepto de muerte se desarrolla el de suicidio. Por lo general ya desde la niñez se ha tenido alguna experiencia sobre el tema mediante la visualización de este tipo de acto en la televisión, sea a través de la programación para los adultos o dirigido a los niños (muñequitos o comics).
En la adolescencia ya este concepto es bien conocido, y es frecuente que dialoguen del tema, hablen de experiencias o de sucesos destacados.
La psicóloga Arisleydi Sánchez explica que todas las personas esporádicamente tienen pensamientos suicidas. Puede ser parte de un transcurso normal del desarrollo evolutivo en la infancia y adolescencia y en estas etapas los problemas existenciales se pueden vivir de forma muy agotadora, y entender la muerte como una salida rápida y fácil.
La terapeuta infanto juvenil dice que es propio de los adolescentes tener cambios de humor y ser algo extremistas en sus posiciones. Muchos de ellos pueden pensar con relativa frecuencia en la idea de morir como forma de escapar de una situación, como una manera de expresión de sus sentimientos, como un acto de rebelión contra el medio ambiente.
“Los pensamientos suicidas se vuelven anormales en los niños y adolescentes cuando la realización de estos pensamientos parece ser la única salida para sus dificultades.
Existe entonces un serio riesgo de suicidio o intento de suicidio”, subrayó. Sánchez, quien consulta en el Centro Vida y Familia, destaca que algunos jóvenes son más vulnerables y esto pudiera ir desarrollando lo que los especialistas llaman, conducta suicida, que conlleva a ideación suicida, las amenazas, los intentos y por último, el suicidio consumado.
Es cierto, como muchos creen, que las amenazas de suicidio en esta etapa ocurren para llamar la atención, pero no se deben descuidar nunca estas señales de alarma.
Las amenazas de suicido en la adolescencia son un síntoma de que el/la joven no se siente a gusto y que no posee otras habilidades sociales necesarias para enfrentar sus conflictos.