Una víctima de abusos por parte de un sacerdote católico se convirtió en la primera persona en Polonia en demandar a la Iglesia católica por estos crímenes.
Marcin K, de 25 años, fue abusado de niño por un sacerdote que actualmente cumple dos años de prisión.
Pero la Iglesia se ha negado a cumplir la petición original del demandante por daños.
La víctima pide ahora US$63.000.
El año pasado, los líderes de la iglesia polaca emitieron una disculpa para las víctimas de los abusos pero insistieron que no ofrecerían una compensación financiera.
El caso de Marcin K ha sido tomado por la Fundación Helsinki, una organización defensora de los derechos humanos.