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José Ramírez extiende racha de juegos embasándose a 37 por la fortaleza mental

Jose Ramirez
📷 José Ramírez sigue extendiendo la racha de juegos embasándose.

El dominicano José Ramírez, de Cleveland, conectó un doble esta tarde frente a Cincinnati para extender a 37 juegos seguidos llegando a las bases, siendo la segunda racha más larga de las Grandes Ligas en la actualidad.

Ramírez dejó atrás la racha de Jason Kipnis, quien tuvo una racha de 36 juegos seguidos embasándose con la camiseta de Cleveland, en 2013.

Las estadísticas detrás de la consistencia de Ramírez son asombrosas. El dominicano ha bateado de hit en 11 juegos consecutivos después de que se rompiera su racha anterior de 21 juegos bateando de hit. En total, ha registrado hits en 32 de sus últimos 33 juegos, manteniendo un promedio de bateo de .388 durante ese período.

Lo que hace especial a Ramírez, según quienes lo ven a diario, es su notable capacidad de adaptación y concentración sin importar los resultados previos; lo que los fanáticos de Ted Lasso podrían llamar una “memoria de pez dorado”.

Eso hace que esta racha sea particularmente impresionante no es solo por su duración —la racha activa más larga de la Liga Americana y la segunda más larga de las mayores—, sino la fortaleza mental necesaria para mantenerla, especialmente después de ver cómo una extraordinaria jugada defensiva el pasado martes le arrebataba un hit seguro. “Su adaptabilidad de turno al bate en turno al bate, de lanzamiento en lanzamiento, es lo que lo distingue”, explicó Paul Hoynes, quien conduce el podcast Cleveland Baseball Talk., quien además resaltó que Ramírez puede batear curvas, rectas, sliders y tenedores. «Si le lanzas, te va a batear».

Este enfoque mental —la capacidad de compartimentar cada turno al bate como un evento independiente— fue lo que le permitió a Ramírez superar la decepción de la atrapada de la sensacional atrapada que hizo Jake Fraley, de Cincinnati, el martes que le había robado lo que habría sido al menos un triple de haber picado en el jardín derecho. «¿Qué tan difícil es para alguien ver ese resultado, perseverar y aun así embasarse más adelante en el juego?», se preguntó Joe Noga. «Es bastante desalentador ver una atrapada así y que no se repita en los siguientes dos turnos al bate. Debe ser algo difícil».

Hoynes ofreció una explicación simple pero profunda de la capacidad de Ramírez para mantener la concentración: «Pasa página. Lo que pasó en el último turno al bate ya pasó. No puedes cambiarlo. Concéntrate en el turno al bate, consigue un buen lanzamiento e intenta batear fuerte en algún lugar».

Este enfoque disciplinado al batear —centrándose únicamente en el momento presente— explica cómo Ramírez se ha mantenido consistente mientras la ofensiva de los Guardianes ha tenido problemas colectivos. Aunque el equipo ha sido blanqueado cinco veces esta temporada, Ramírez sigue embasándose con una fiabilidad notable. Por esa razón, con dos outs en la novena entrada el martes por la noche, Ramírez se encontró en una situación desconocida: a punto de ver terminar su racha de 36 juegos embasándose, pero encontró la oportunidad de mantenerla viva con un hit por el centro.

Mientras Cleveland enfrenta una presión cada vez mayor en la contienda por la División Central de la Liga Americana, la racha de Ramírez representa no solo un logro estadístico, sino un modelo de fortaleza mental que sus compañeros harían bien en emular. Su memoria de pez dorado —olvidando los fracasos y concentrándose solo en la oportunidad presente— podría ser justo lo que los Guardianes necesitan para enderezar su temporada.

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