José Antonio Esquivel sj

José Antonio Esquivel sj

José Antonio Esquivel sj

David Alvarez

El pasado 25 de abril, justo el mismo día que celebraba un aniversario de su bautizo, marchó a la casa del Padre nuestro querido amigo Esquivel. Sacerdote jesuita, nacido en Cuba y tan dominicano como cualquiera de nosotros, por voluntad divina la primera misa de cuerpo presente la presidió el obispo puertoriqueño de Caguas Rubén Antonio González, fue una celebración pascual netamente caribeña.

De temperamento enérgico y corazón sensible a todo dolor que viviera un ser humano, fue durante sus dos décadas y media en la parroquia universitaria Santísima Trinidad bálsamo oportuno a nivel psicológico, espiritual y material para miles de hombres y mujeres, y familias.

Los testimonios son numerosos y ojalá alguien se ocupe de recuperarlos, porque lo bueno merece ser evocado.

Fue mi superior académico inmediato desde el 1990 hasta el 2006 en el Departamento de Estudios Teológicos y Humanidades, luego desde el 2006 hasta la hora de su muerte fui su Decano.

Siempre mantuvimos una relación de complicidad con proyectos para la mejora de la universidad, su visión de lo que debería ser la PUCMM era muy avanzada y nos deja el estímulo para mejorarla.

Yace su cuerpo entre otros amigos míos como Benavides, Alemán, Arnaiz y tantos jesuitas que dieron lo mejor de su vida por los dominicanos y dominicanas.

Espero encontrarte de nuevo, tenemos mucho de que hablar, tu recuerdo será imborrable. Mereces el descanso y la alegría eterna en casa de nuestro Padre común.



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