Jompéame recibe cientos de casos solicitando ayudas y cada mes se le da salida por lo menos a doce. josé de ñeón
SANTO DOMINGO.-El objetivo de Jompéame es impulsar a las personas que ayudan para que puedan seguir hacia delante por su propia cuenta, según explica su fundadora Katherine Motyka.
Katherine es una ingeniera industrial egresada de Intec que en principio, como voluntaria de la fundación Brugal, se enfocó en el tema de limpieza de playas y visitas a albergues. Es de ahí que nace el proyecto Jompéame, que fue inspirado en las obras sociales que realizaba.
“Realmente de ahí me empezó a gustar, me fui enamorando y cuando hago Jompéame que comienzo a trabajar con fundaciones, llegaban casos pequeños y uno va teniendo un sentimiento y se va enamorando y eso me pasó a mí”, explicó.
Las labores sociales iniciaron en el barrio Gualey, en el Distrito Nacional, pero a medida que fueron creciendo se expandieron por todo el país ayudando a los más necesitados.
Al día de hoy ha ayudado a más de siete mil familias en aspectos como la construcción de viviendas, tratamiento médico y operaciones, aunque realizan muchas labores sociales solicitadas por personas en condiciones de pobreza extrema al nivel nacional.
Alrededor de siete mil familias ya han sido impactadas con algún tipo de ayuda por parte de esta fundación, que se sustenta en las donaciones de miles de personas que asumen las causas de otras con necesidades.
¿Cómo son las ayudas?
Desde sus inicios, en octubre de 2015, Jompéame ha recibido 59 millones 170 mil pesos como donativos de personas anónimas que apoyan los diferentes casos que son publicados para buscar algún tipo de ayuda.
Ya son más de 400 causas a las que les han buscado solución gracias a más de 27 mil donaciones recibidas.
Los donantes hacen sus aportes a través de la plataforma digital, de acuerdo a los casos: es decir a diario llegan diferentes casos solicitando ayuda, se ponen en un formulario, se evalúan por prioridad, como temas de pobreza o de salud, luego se les asigna una puntuación y cada mes se eligen entre siete y ocho de esas solicitudes para dar respuesta.
Todos los fondos que se reciben se destinan a las causas para las que fueron solicitados y cuando el monto recaudado es mayor al necesitado para una causa, lo que se hace es que se invierte en artículos para el hogar, alimentos y otros bienes que se les entregan a los beneficiados.
Destaca la importancia de trabajar en equipo, ya que de esa manera se podrán resolver los problemas del país, y pone como ejemplo que no se trata de clase alta o baja, ya que de alguna manera todos están mezclados porque los pobres trabajan para los ricos.
Actualmente solo seis personas trabajan para hacer posible el funcionamiento de Jompéame, pero no cuentan con un local para tales fines, sino que operan desde la casa de su fundadora Katherine Motyka.
“Mi equipo y yo cambiaríamos toda esta tensión por volver a trabajar como lo estábamos haciendo, porque lo que me gusta a mí es ayudar, a mí no me gusta estar en el medio. Si se fijan, antes de todo esto nosotros no salíamos en el medio. Me siento muy bien con el apoyo que recibimos porque la gente sabe que estamos haciendo bien el trabajo, pero no me siento cómoda estando en el medio”, explicó.
Primer caso de ayuda
A la primera persona que ayudaron fue a un hombre que había sido atropellado en un accidente de tránsito y estaba en cama en condiciones críticas.
“Con la ayuda de la gente le llevamos medicamentos, empezó a comer y se le hizo una casa. Yo me crié con mi abuelo y eso me lo recordó y me motivó a seguir ayudando”, contó.
¿Cómo es el proceso?
Una vez se publica un caso, puede tardar entre uno y tres meses para recibir respuesta. Si se trata de construcción de vivienda es cuando más tarda, pero si se trata de ayuda médica es posible que en un mes esté resuelto.
El promedio de recursos destinado por vivienda ronda entre los RD$300 mil y los 500,000 pesos, y para esto se pagan los impuestos correspondientes, se compran los materiales en el entorno de donde se construirá y se le paga la mano de obra a personas del lugar, lo que también contribuye al dinamismo de la economía de esos lugares.