Kansas City (AP) — Rafael Devers expresó su opinión el jueves. El viernes, le tocó a John Henry, dueño de los Medias Rojas de Boston, compartir su opinión con el descontento toletero.

Un día después de que Devers les contara a los periodistas sobre su negativa a jugar en la primera base, Henry, el presidente del equipo Sam Kennedy y el director de béisbol Craig Breslow volaron a Kansas City para reunirse con Devers y el mánager Alex Cora.

Boston tiene una vacante en primera base después de que Triston Casas se rompiera el tendón de la rodilla izquierda y se sometiera a una cirugía que le puso fin a la temporada. La gerencia de los Medias Rojas contactó a Devers —quien pasó de tercera base a bateador designado esta primavera— para cubrir la primera base, pero Devers se negó.

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Tras conectar un jonrón e impulsar dos carreras en la victoria del jueves por 5-0 sobre Texas, Devers declaró a la prensa: «Vinieron a hablar conmigo. Sé que soy un jugador de béisbol, pero al mismo tiempo, no pueden esperar que juegue en todas las posiciones».

En los entrenamientos de primavera, me hablaron y básicamente me dijeron que guardara el guante. No iba a jugar en otra posición que no fuera la de bateador designado. Ahora mismo, no creo que fuera una decisión apropiada pedirme que jugara en otra posición.

Devers está en el segundo año de un contrato de 10 años por $313.5 millones. Era el tercera base titular de Boston antes de que los Medias Rojas ficharan a Alex Bregman, considerado una mejora defensiva, durante la temporada baja.

Devers se mostró reacio a ceder el tercer puesto, pero le dijeron que no tenía otra opción.

“John habló directamente con Raffy”, dijo Breslow antes del partido del viernes contra los Royals. “Consideró que era importante, dada la situación de ayer. Eso incluyó una conversación honesta sobre lo que valoramos como organización, y eso significa ser excelentes compañeros de equipo”.

Breslow no dio detalles sobre la conversación, pero dijo: “John tuvo una conversación productiva y ahí es donde estamos ahora”.

Devers comenzó como bateador designado el viernes.

“Creo que el lugar donde juega es algo secundario respecto a las demás conversaciones”, dijo Breslow, quien pasó 12 años como lanzador en las Grandes Ligas, incluyendo cinco con los Medias Rojas. “Esa decisión nunca se iba a tomar desde el sofá de una oficina en Kansas City”.

Cora dijo que sería una discusión continua.

“Obviamente, tener a todos aquí y en el mismo lugar significa mucho, no solo para nosotros, los que estamos en el campo, sino también para los jugadores y para Raffy”, dijo el entrenador. “Así que me pareció bien”.

Cuando se le preguntó si Devers comenzaría a tomar roletazos en primera, Cora respondió secamente.

«No, ese no es el plan ahora mismo. El plan es seguir conversando», dijo.

La pregunta ahora es si esas conversaciones conducirán a una solución que Devers pueda aceptar.