Washington.-El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió ayer su decisión de no prolongar la presencia de las tropas en Afganistán más allá del 31 de agosto, ya que la opción era “retirarse o aumentar” el número de soldados.
“Yo no iba a extender esta guerra eterna y no iba a prolongar una salida eterna”, sentenció Biden, con tono firme, de comandante en jefe de Estados Unidos, desde la Casa Blanca.
Asesores militares
Aseguró que optó por sacar a las tropas siguiendo “la recomendación unánime” de sus asesores militares y civiles, entre los que citó a los secretarios de Estado, Antony Blinken, y Defensa, Lloyd Austin, y al jefe del Estado Mayor, general Mark Milley.
Además, afirmó que estaba entre la espada y la pared por el acuerdo alcanzado en febrero de 2020 entre la Administración de su predecesor, Donald Trump (2017-2021), con los talibanes por el que se pactó el repliegue de Estados Unidos.
Discurso a la nación
El mandatario dio un discurso a la nación un día después de que las fuerzas estadounidenses pusieran punto final a su repliegue del país centroasiático, tras 20 años de guerra, el conflicto más largo de la historia de Estados Unidos.
Biden utilizó esta intervención para justificar los pasos adoptados, ante el aluvión de críticas que ha recibido por la gestión de la retirada y por haber “dejado atrás” a por lo menos un centenar de civiles estadounidenses en Afganistán.
“A aquellos que piden una tercera década de guerra en Afganistán les pregunto ¿cuál es el interés nacional vital? Bajo mi punto de vista hay uno, garantizar que Afganistán nunca será usado de nuevo para lanzar un ataque contra nuestra patria -siguió-.
Lo hemos conseguido, lo hicimos hace una década y hemos estado otra más”.
“Era hora de acabar con esta guerra”, dijo.
Las cuentas fatales
“Después de 800,000 estadounidenses sirviendo en Afganistán, después de 20,744 soldados estadounidenses heridos, y la pérdida de 2,461, incluidas las vidas de 13 justo esta semana, rechazo abrir otra década de guerra en Afganistán”, dijo.
Frente a las críticas sobre lo apresurado de la evacuación de los estadounidenses y los aliados afganos, el mandatario destacó que no era viable haberla iniciado en junio o en julio “en medio de una guerra civil”, ya que no hubiera evitado las escenas de caos vividas en las últimas semanas en el aeropuerto.
Nuevos retos de Biden
Parte de su alocución estuvo dedicada a explicar los nuevos retos a los que se enfrenta su país después de esta guerra, porque “la obligación fundamental de un presidente es defender y proteger Estados Unidos no de las amenazas de 2001, sino de las de 2021 y las de mañana”.
En ese sentido, consideró que la estrategia debe cambiar y que el fin de la guerra de Afganistán marca el final de la era de los esfuerzos militares de Estados Unidos para “rehacer otros países”.
“El mundo está cambiando”, recordó.