David Alvarez
Me han planteado si Jesús era o no político. La acusación que lo lleva a la cruz era política en su formulación: ¿eres el rey de los judíos? Dicho por los romanos significaba que se rebelaba contra la autoridad imperial.
Dicho por los judíos significaba que era el que estaban esperando para instaurar el reino de David.
Para Jesús su reino no es de este mundo. Dicho reino ya estaba presente y se abría paso.
En el juicio a las naciones es un rey que juzga a todo el mundo, incluidos los romanos y los judíos. Jesús no pretendía ser un rey a la manera que unos y otros esperaban.
En la multiplicación de los panes y los peces rehuye convertirse en el líder de la multitud hambreada. En la cercanía del cadalso no levanta una insurrección contra el poder que lo apresaba. Pablo y Juan años después pensaban distinto.
Pablo admite la autoridad política romana en su carta a los Romanos (capítulo 13) cuando movimientos apocalípticos en el seno del cristianismo impulsaban desconocer al Emperador.
Él indica que hay que someterse a las autoridades. Juan por el contrario, afín con el mensaje de Jesús, sostiene que es el amor la clave para vivir la fe, sin tomar partido a favor o en contra de las autoridades.
La Iglesia -y las iglesias- están llamadas a seguir el mensaje de Jesús, pero están formadas por hombres y mujeres que por esencia son políticos. Seguir a Jesús y hacer política es un dilema.
