Santo Domingo.-Tras una solemne eucaristía en el centro de ejercicios espirituales de los jesuitas en Manresa, Loyola, y con la bendición apostólica del papa Francisco fueron sepultados ayer los restos de monseñor Francisco José Arnáiz, quien fue sacerdote por más de 53 años en el país.
“Su Santidad, el papa Francisco reza por el eterno descanso del difunto prelado, que con celo y entrega pastoral dio un testimonio de calidad y servicio al pueblo de Dios; con estos sentimientos el Santo Padre les otorga, con afecto, la confortadora bendición apostólica como signo de fe y esperanza en el Señor Resucitado”, dice la misiva firmada por Pietro Parolin, secretario de Estado de el Papa.
Las condolencias fueron leídas por el representante del Papa en el país, Jude Thaddeus Okolo, antes del inicio de la misa oficiada por monseñor Amancio Escapa, quien oró por el descanso eterno de monseñor Arnáiz y agradeció a Dios por el beneficio de haberlo conocido.
Mientras que monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, al decir la homilía, calificó a Arnáiz como un hombre sabio que conoció la verdad y el amor; que amaba la vida sin cometer excesos y transmitió su saber a través de sus hechos.
“Monseñor Arnáiz dejó como legado a los sacerdotes y obispos, el ejemplo de una vida dedicada al bien de la iglesia y el país. Una persona que por más de 50 años trabajó tanto en la formación de los sectores sociales, los sindicatos, las ligas agrarias y en todos los campos en el mundo intelectual; fue un hombre que le hizo honor a aquello que decía Pablo VI de que había que evangelizar la cultura”, dijo visiblemente compungido, Agripino Núñez Collado.
Asimismo, María José Arnáiz, sobrina del prelado, dijo que su tío “quería muchísimo a República Dominicana y sus gentes y se quedó contento de saber que su familia española supiéramos de ese amor”.
La primera dama Cándida Montilla y el exvicepresidente Rafael Alburquerque resaltaron los aportes de Arnáiz a República Dominicana a través de su doctrina y ejemplo.