Se esperan asimismo movilizaciones en Jerusalén y en los Territorios Palestinos, tras cuatro días de enfrentamientos con las fuerzas israelíes que dejaron cuatro muertos palestinos y centenares de heridos.
JERUSALÉN. – La criticada decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel seguía centrando el lunes la actualidad diplomática, desde Bruselas a El Cairo, pasando por Ankara, mientras se prevén por quinto día consecutivo manifestaciones en varios países.
El jefe del Hezbolá libanés, Hasan Nasralá, llamó a una manifestación masiva este lunes por la tarde en la periferia sur de Beirut, feudo del poderoso movimiento chiita, enemigo acérrimo de Israel y que se proclama como uno de los grandes defensores de la causa palestina.
En Irán, la sección estudiantil de los «bassidjis», milicia de voluntarios que preservan los valores de la Revolución Islámica, también llamó a manifestar.
Se esperan asimismo movilizaciones en Jerusalén y en los Territorios Palestinos, tras cuatro días de enfrentamientos con las fuerzas israelíes que dejaron cuatro muertos palestinos y centenares de heridos.
Al reconocer el 6 de diciembre a Jerusalén como capital de Israel –una ruptura con décadas de diplomacia estadounidense e internacional– Trump generó manifestaciones diarias en el mundo musulmán y disturbios en los Territorios Palestinos, aunque la movilización no sea masiva.
‘La sustancia de la paz’
«Lo peor que pueda ocurrir ahora es una escalada de tensiones, de violencia», dijo este lunes la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, antes de una reunión en Bruselas con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y los ministros de Exteriores de la UE.
Ante Netanyahu, Mogherini recordó la posición de la UE, la visión internacional más extendida, de que la solución al conflicto pasa por la creación de dos Estados en base a las fronteras de 1967, cuyas capitales en ambos casos estarían en Jerusalén.
Desde la creación del Estado de Israel, en 1948, la comunidad internacional ha evitado reconocer a Jerusalén como capital, y considera que su estatus debe ser negociado.
Pero en 1980, una ley israelí aprobó el estatus de Jerusalén como capital «eterna e indivisible» de Israel después que este país ocupara en 1967 Jerusalén Este durante la guerra de los Seis Días, y la anexionara después.
La ONU considera en cambio que el estatus final de esta ciudad debe ser negociado entre las partes. Los palestinos representan un tercio de una población de 882.000 personas en Jerusalén, aunque son mayoritarios en la parte este de la ciudad anexionada.
En Bruselas, Netanyahu defendió la decisión del presidente estadounidense de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, pues «hace posible la paz».
«Jerusalén es la capital de Israel, nadie puede negarlo. ¡El reconocimiento¿ no obvia la paz, hace posible la paz porque la realidad es la esencia de la paz», dijo Netanyahu en una breve declaración
Reunión Erdogan-Putin
Los palestinos reivindican Jerusalén Este como la capital del Estado al que aspiran. Y quieren ser apoyados por la comunidad internacional y el mundo árabe.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo el domingo que «la decisión tomada el miércoles (por Estados Unidos) puede poner en peligro» los esfuerzos para poner fin al conflicto.
Por su lado el presidente palestino Mahmud Abas se hallaba el lunes en El Cairo para una cumbre con el jefe de Estado eqipcio Abdel Fatah Al Sisi.
Egipto fue el primer país en haber firmado la paz con Israel. Hasta ahora son solo dos, y el segundo es Jordania que sigue siendo, por razones históricas y diplomáticas, guardián de los lugares santos de Jerusalén, entre ellos la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam.
La decisión de Trump también ha congelado las relaciones, recientemente restablecidas, entre Israel y Turquía.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan trata ahora de imponerse como el adalid de la causa palestina y ha atacado con enorme dureza a Israel Erdogan recibe este lunes al presidente ruso Vladimir Putin, dos días antes de que Turquía albergue una cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que se centrará en Jerusalén.