SANTO DOMINGO.– El exprocurador Jean Alain Rodríguez pensó en sustraer dinero público desde antes de llegar a la administración, y por eso falseó su primera declaración jurada de bienes que presentó el 30 de agosto de 2012, presentando una cantidad de dinero que no poseía.
Según consta en el expediente acusatorio del caso Medusa, Jean Alain realizó su declaración jurada de bienes cuando ingresó a la administración pública como director ejecutivo del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEIRD), en la que declaró un patrimonio total de 220 millones 586 mil 137 pesos (RD$220,586.137.47), “monto que en realidad no tenía, lo que evidencia que llegó a la administración con el firme y decidido criterio de que el patrimonio público es para depredarlo, y lo logró.
“Con el objetivo de materializar con éxito su criterio de depredar el erario, el acusado Jean Alain Rodríguez Sánchez, despliega un conjunto de acciones criminales que puso en movimiento en el transcurso de su pasó por la administración pública, lo que pone de relieve una conducta delictiva de una persona que no es un criminal circunstancial, sino uno organizado y con una muy clara misión y visión de lo que quería del Estado dominicano”, señala el expediente.
Detalla que Jean Alain Rodríguez tuvo la gran oportunidad a la que cualquier criminal de cuello blanco quisiera acceder, que fue el apoyo sin condición del primer ejecutivo de la nación, Danilo Medina. Poder, informaciones privilegiadas, mecanismos de investigación sofisticados, un gran presupuesto, una millonaria partida económica especial y una mega estructura con una organización, como la Procuraduría General de la República.
“Cada una de las acciones que el acusado Jean Alain desarrolló dentro de sus funciones solo respondían a dos objetivos invariables: acumular riqueza del patrimonio público y forjarse una carrera política, sin importar lo que tuviera que hacer, incluso caer en idear y materializar campañas sucias, en contra de los propios miembros de su partido, ya que entendía que en la medida que salían informaciones falsas o manipuladas de algunas personas a las que veía como posible competencia de sus aspiraciones políticas, él podía crecer en su meta de ser presidente de la República Dominicana, al precio que fuera”.
Además, indica que en una típica asociación de malhechores, para la que necesitó la colaboración necesaria de diferentes personas que estaban al frente de direcciones, departamentos y unidades del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) y la Procuraduría General de la República, llegó a la función pública el dieciséis de agosto de 2012 con el objetivo de hacer una costosa carrera política, utilizando múltiples acciones criminales, para lo que necesitó el concurso de varias personas cuya participación se detalla de manera precisa en la acusación.