Las encuestas indican que Javier Milei tiene grandes posibilidades de ser presidente de Argentina. Milei llegó al estrellado político argentino con una crítica a la “casta política” de un país que denota hartazgo de los políticos que han llevado a la a su país a crisis sucesivas con niveles de inflación de tres dígitos.

¿Pero, quién es Javier Milei? ¿Cuál es su programa económico? Es un economista argentino con una visión libertaria. Seguidor de los planteamientos de la Escuela Económica Austríaca, particularmente del economista Murray Ruthbard.

La principal propuesta económica de Milei es la dolarización de la economía argentina y la eliminación del Banco Central. Esto es retirar todos los pesos en circulación y sustituirlos por dólares, supeditando esa economía al ciclo de la economía estadounidense.

Es importante saber que los gobiernos se apoyan en tres pilares económicos básicos: la política monetaria, la política fiscal y la política cambiaria. Y cuanta más autonomía tenga, mejor podrá cambiar el escenario económico hacia una economía más inclusiva.

De estos tres pilares, dos están vinculados con el Banco Central. La política monetaria, por ejemplo, juega un rol fundamental al expandir o restringir la circulación del dinero a través de instrumentos como las tasas de interés y el encaje legal; y la política cambiaria que, a través del tipo de cambio, estimula los niveles de competitividad de las exportaciones.

Además, el tipo de cambio que requiere la dolarización es otro asunto en Argentina. Los economistas argentinos saben que el monto de dinero a dolarizar no debería ser menos que la base monetaria y los pasivos remunerados del Banco Central argentino, y con los depósitos del público en los bancos comerciales, estos suman alrededor de 25 billones de pesos.

De manera que, en el supuesto que haya 10,000 millones de dólares de libre disponibilidad, se obtendría un tipo de cambio de 2,500 pesos/dólar, que comparado con el tipo oficial (366 peso/dólar) y el dólar del mercado paralelo llamado “blue” (900 pesos/dólar) implicaría una tasa de devaluación de 583 %. Eso es un tremendo ajuste.