Japón y la combinación de robótica e I.A., respuesta a la disminución de la Fuerza Laboral

Lo que a nosotros nos sobra, a otras naciones le falta (mano de obra, fuerza laboral, población joven desempleada).

Emigrar a países con otra cultura, costumbres, clima, idioma, comida, moneda, forma de comportarse, de ser etc., no es tarea fácil y depende mucho de la edad, profesión y experiencia laboral, y la capacidad de adaptación a todo lo anteriormente descrito y no precisamente a Japón, sino a cualquier país desarrollado.

Está previsto que en las próximas décadas la robotización y la automatización cambiaran por completo el empleo en el mundo. Con un impacto en el desarrollo de cada país dependiendo de sus estructuras productivas históricas. El empleo como parte de la normalidad destinada para avanzar las labores fabriles rutinarias y repetitivas serán las más afectadas. Pero el potencial de una variedad de tareas será también más amplio. Redefinir el trabajo humano y el nuevo estilo de trabajo por sectores requerirá de otros actores.

Japón, enfrenta una grave disminución de su fuerza laboral debido al envejecimiento poblacional y baja natalidad, proyectándose una caída significativa para 2040, lo que genera escasez en sectores clave como el minorista y la construcción. Para contrarrestarlo, el gobierno promueve la incorporación de mujeres y mayores al empleo, mientras las empresas adaptan políticas (igualdad salarial), se discuten la inmigración y se impulsa la productividad con tecnología, aunque la crisis afecta la estabilidad económica y social. Fuente JCER (Japan Center for Economic Research “Escasea realmente la mano de obra en Japón” por Jun Saito, Investigador Principal de fecha 18 de febrero de 2015.

La rápida disminución de la fuerza laboral y las restricciones de ingreso de inmigrantes hacen obligatorio la automatización de las empresas. Esto claramente sirve de ejemplo de laboratorio muy útil para ver y analizar el futuro panorama del trabajo.

En el 2017, la población estimada se redujo en 264 mil habitantes y las muertes hoy superan a los nacimientos en un promedio de 1000 personas por día. La tasa de natalidad ronda en la actualidad en 1.4 nacimientos por mujer situación que prevalece desde hace tiempo y se mantiene por debajo de los 2.1 nacimientos que son necesarios para sostener el crecimiento. Y lo peor de todo esto es que la inmigración es insuficiente para cubrir este déficit a diferencia de otras naciones desarrolladas para cubrir la brecha.

Para el 2015 el Instituto Nacional de Investigaciones Demográficas y de la Seguridad Social casi un tercio de los ciudadanos japoneses eran mayores de 65 años y para el año 2050 según las proyecciones ese número subirá al 40%, por lo que la población laboral (de 15 a 64 años) decrezca más rápidamente que la población general.

La población japonesa se redujo en casi un millón de habitantes durante 2024 (cifras publicadas en 2025), con una disminución de aproximadamente 908,574 personas, marcando su descenso más grande desde que existen registros, superando los 120 millones y continuando una tendencia de 16 años consecutivos de caída, con un "problema 2025″ que acelera el envejecimiento y la demanda social. Lo que evidencia es una tendencia consistente y sostenida en el tiempo. Fuente Hagan, Rachel (2025) BBC Mundo “Japón pierde casi un millón de habitantes en un año, el mayor descenso de la población en más de medio siglo”.

Japón conoce bien las restricciones de recursos (incluida la mano de obra) y todo el mundo lo reconoce como un líder en el desarrollo tecnológico. Indudablemente, la automatización y la robótica para reemplazar y potenciar el trabajo humano son aceptadas con normalidad. Las empresas niponas han estado a la vanguardia en tecnología robótica. Destacan entre ellas FANUC, Kawasaki Heavy Industries, Sony y Yaskawa Electric Corporation fueron pioneros en el desarrollo robótico durante el auge económico japonés.

Sigue siendo un líder en la producción y el uso industrial de robots. Exportó robots en 2016 por USD 1,600 millones más que Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, y Corea del Sur juntos. Por lo que Japón es una de las economías con mayor densidad robótica del mundo. Lógicamente, como medida del número de robots en relación con los humanos en la manufactura y la industria. En el 2009 ocupó la primera posición a nivel mundial y todavía es el líder mundial, aunque muy seguida por China en este 2025.

La automatización de sectores clave como la automotriz y la electrónica en las décadas 1970, 80, 90, se constituyó en la base de la ola tecnológica y de inteligencia artificial que aseguró el éxito presente y que influyó en el empleo y los salarios más allá de las manufacturas.

Los resultados han sido patentes, puesto que la brecha del crecimiento de la productividad entre los sectores manufactureros y de servicios es bastante amplia. La clave de los avances reside en la correlación del mayor uso de la automatización y de la tecnología de la información y las comunicaciones. Como resultado la productividad laboral se ha triplicado aproximadamente desde 1970 en la manufactura mientras que presentó mejoras solo de alrededor de 25% en el sector no manufacturero.

Pero las razones para continuar impulsando los grandes avances de la industria del Japón tanto en automatización el uso de robots e integración de la inteligencia artificial en la vida diaria y que continúe a un ritmo más acelerado que en otras economías desarrolladas son función directa entre las muchas razones de:

1. Población laboral decreciente lo que implica serias restricciones para la productividad lo que llevará a muchas industrias a invertir en nuevas tecnologías, incluso en las pequeñas y medianas empresas debido a las grandes dificultades para atraer y retener trabajadores.
2. Envejecimiento poblacional sostenido. La generación postguerra cumple en 2025, 82 años lo que obliga a cambios sustanciales en los servicios de salud y cuidado de ancianos que no pueden ser cubiertas con los ingresantes naturales (es decir nativos) en la fuerza laboral. Por lo que la proliferación de robots crecerá vertiginosamente más allá de las fábricas abarcando áreas tales como: escuelas, hospitales, hogares de ancianos, aeropuertos, trenes ferroviarios etc.
3. La calidad de los servicios se está deteriorando debido a la falta de trabajadores entre los más afectados se encuentran los restaurantes, escuelas primarias, y secundarias, tiendas y servicios públicos.

Sin embargo, al desaparecer literalmente la mano de obra con escasas perspectivas de una mayor inmigración que traiga cierto alivio la automatización y la robótica pueden cubrir la insuficiencia de la mano de obra y generar un mayor nivel de producto e ingresos no obstante estos resultados positivos Japón no es inmune a los riesgos sociales en el bienestar vinculados con una mayor automatización.

La rapidez con que avanzamos tanto en la robótica y la inteligencia artificial es indetenible y no sabemos a ciencia cierta donde nos llevará en las próximas décadas ni cómo se adaptarán esas tecnologías para reemplazar el trabajo humano especialmente fuera del sector manufacturero. Los desafíos tecnológicos y la infraestructura de soporte plantean en lo inmediato muchos obstáculos (marco legal, en el uso de esas tecnologías) que deberán ser resueltos en cada país buscando proteger al consumidor, la protección de datos, la propiedad intelectual y la contratación comercial.

Pero indudablemente la ola de los cambios se está acercando cada vez más y afectará a todas las profesiones. Dada la dinámica de población y de la fuerza laboral los beneficios netos de una mayor automatización han sido muy importantes y lo serán más.

La experiencia japonesa es un valioso aporte para la productividad y la escasez de mano de obra por las tendencias demográficas que amenaza a otras economías avanzadas de Europa y otras latitudes.