Es esta la primera vez, en los veinte años de existencia de esta columna, que la misma aparece ilustrada con una imagen gráfica. Jack se lo merecía con creces.
Exdirector y alto ejecutivo del influyente periódico norteamericano “The Chicago Tribune”, este hombre fallecido ayer estudió Leyes en la universidad de Yale, pero a la hora de decidir su vida se dedicó al periodismo, comenzando como reportero y terminando como uno de los más notables defensores de la libertad de expresión.
Quiero dedicar esta nota luctuosa a este hombre de firmes convicciones y carácter jovial, músico aficionado, autor de cerca de una docena de libros y orientador de opiniones siempre apegadas a la ética profesional. Fue para mí una verdadera fuente de inspiración como compañero en la lucha que libra la Sociedad Interamericana de Prensa contra los enemigos de la libertad.
Reciban su viuda Debra y sus hijos Timothy y Katherine el consuelo y la solidaridad de quienes trabajamos a su lado.
Descansa en paz, Jack.
